Los cambios que propone el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para eliminar la categoría de candidato del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) significará para el organismo un recorte de 855 millones 945 mil 905.4 pesos al año, mismo que pone en riesgo la permanencia de ocho mil 727 investigadores en esta situación, 26.3 por ciento de todo el SNI.
Sin embargo, si comparamos este gasto con la plantilla de los Siervos de la Nación, dedicados a realizar censos para otorgar programas del Gobierno federal, el costo de los siervos es cuatro veces más que el gasto generado por el pago que se realiza a los candidatos investigadores.
Pero eso no es todo, el salario de los servidores es hasta 780 por ciento más oneroso que el de los investigadores. Hasta diciembre de 2019, el Gobierno federal tenía contratados a 18 mil 147 siervos, mientras que al cierre de 2020 se contabilizó a 18 mil 629, es decir, 482 empleados más que el año anterior, quienes reciben sueldos de 10 mil 603 pesos a 72 mil 171 pesos al mes, como es el caso de los 244 directores regionales, un total de 197 millones 523 mil 287 pesos mensuales.
En una revisión de la plantilla de los Servidores de la Nación al portal Declaranet, La Razón constató que varios ellos tienen estudios de secundaria, preparatoria trunca o cursos de cinco días.
Es el caso de la directora regional en Mazatlán, Sinaloa, Lorena de Lourdes Tamayo Alcaraz, cuyo sueldo bruto supera los 72 mil pesos y quien en su declaración patrimonial aseguró tener “carrera técnica”, como terapeuta en biomagnetismo por el Colegio Mexicano de Biomagnetismo Médico.
Sin embargo, este rotativo confirmó con las autoridades de dicha institución que allí no ofrecen carreras técnicas y mucho menos licenciaturas, sino cursos con valor curricular de duración de cinco días. En la declaración de Tamayo Alcaraz se revela que de 2015 a 2018 fue voluntaria de Morena para la defensa del voto.
Otro caso es el de Cristina Zúñiga Ríos, adscrita a una unidad en Jalisco, quien el 18 de mayo de 2020 puso en su declaración patrimonial que estaba “cursando” el nivel secundaria; dos meses después, en una actualización que subió el 27 de julio de 2020, declaró tener constancia del bachillerato trunco.
También está el caso de Eduardo González Romero, adscrito al estado de Morelos, quien cuenta con su certificado de secundaria; así como el de Brenda Josefina González Rodríguez, quien opera en Tamaulipas y cuya declaración patrimonial revela que apenas terminó el mismo nivel educativo.
Mientras que un investigador candidato recién egresado de una maestría en ciencias, quienes se dedican a estudiar métodos para combatir el cáncer, erradicar la desnutrición, analizar cepas causantes de enfermedades infecciosas, entre otras cosas, y que pretenden ser eliminados de la nómina del Conacyt reciben entre seis y ocho mil pesos mensuales.
El apoyo económico se creó como un complemento a los sueldos precarios de las universidades y también como un incentivo para ir más allá de la docencia y hacer investigación... eliminar el primer nivel representaría un retrocesoDomingo Coz y León, Investigador candidato del SNI
La plantilla de los candidatos que está en vías de desaparecer está conformada por ocho mil 727 investigadores, quienes en su conjunto tienen un presupuesto asignado de más de 71 millones de pesos mensuales.
De acuerdo con un documento filtrado del Conacyt, se pretende desaparecer la categoría para los investigadores de recién ingreso al sistema, entre otros cambios; el Reglamento del SNI vigente establece que a los académicos en categoría de candidato se les otorga un apoyo económico con valor de tres veces la UMA mensual, que en 2021 es de dos mil 724.45 pesos.
Es decir, que cada investigador gana 8 mil 173.35 pesos mensuales, un ingreso de 98 mil 080.2 pesos al año. Esto equivale una gasto del Conacyt de 71 millones 328 mil 825.45 mensuales por todos los investigadores candidatos cada mes.
Sin embargo, no sólo los académicos candidatos están en riesgo de perder el estímulo mensual, ya que la “refundación del SNI” también plantea la posibilidad de retirar el apoyo a todo aquel que reciba un pago adicional a su sueldo.
El recurso monetario es otorgado a todos los investigadores sin distinción de su institución de adscripción, ya sea una universidad pública, privada, empresas o dependencias del Gobierno. Domingo Coz y León, de la especialidad de Historia Cultural, ingresó al SNI como investigador candidato en octubre pasado. Consideró que es la oportunidad de cualquiera que desee iniciarse en la investigación.
“El apoyo económico se creó como un complemento a los sueldos precarios de las universidades y también como un incentivo para ir más allá de la docencia y hacer investigación”, explicó. Además señaló que habría un retroceso ya que “en los últimos años se había flexibilizado el ingreso, algunos requisitos anteriores se habían eliminado como tener tiempo completo a una universidad o pertenecer sólo a las públicas”.
- El dato: Todos los que deseen ingresar al SNI deben tener doctorado, demostrar su capacidad de investigación y haber recibido el grado de licenciatura hasta 15 años previos a la solicitud.