Durante la pandemia por COVID-19 de 2020, las llamadas de emergencia de reclusos en centros penitenciarios aumentaron mil 161 por ciento, al pasar de 111 en 2019 a mil 400 llamadas por temas relacionados a salud, quejas y diversas denuncias, detalló la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) al presentar el reporte de acciones de la CNDH en los Sistemas Penitenciarios durante la pandemia.
Además se registraron tres mil 289 casos confirmados por COVID-19, siete casos sospechosos, 150 decesos en todo 2020.
Las quejas son por violaciones al derecho a la salud y problemáticas derivadas por el virus SARSCov2 principalmente, explicó Hilda Téllez Lino, directora general de la Tercera Visitaduría, quien sostuvo que se creó una línea 01800 para atención de los presos.
Identificamos situaciones de riesgo como en Chiapas donde se detectaron situaciones de peligro para las mujeres ante la emergencia sanitaria, así como problemas en el acceso a productos de higiene, propios de la mujerdetalló.
El reporte se realizó luego de hacer 26 visitas de inspección en 17 centros penitenciarios, con el objetivo de verificar las medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia por Covid-19.
Por su parte, la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra dijo que es necesario ver las acciones de las autoridades federales para garantizar la salud de los presos, así como analizar la probabilidad de despresurizar las cárceles del país.
“Se han señalado las deficiencias en la infraestructura, falta de personal médico, alta densidad de la población, hacinamiento, falta de insumos para enfrentar la pandemia entre otras, convierten a la población penitenciaria en una condición de grave riesgo” dijo.