La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, recién aprobada por el Congreso, modifica la interacción entre la Comisión Federal de Electricidad y los productores privados de energía, por lo cual el reto estará en su implementación, consideró el gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León.
Señaló que 2020 fue un año complejo por la contracción económica y la reducción en la demanda por energía eléctrica, coyuntura que complica la interacción entre la CFE y los productores privados de energía, y la reforma modifica la interacción entre ambos.
“Esperamos que en la implementación de la misma se puede lograr un balance adecuado entre varios elementos que son deseables, que son la eficiencia, la reducción de costos, promover la inversión para poder hacer frente a la demanda, así como una mayor participación de las energías limpias”, subrayó.