“Tengo temor que a mis niñas les suceda algo en México y tampoco quiero traerlas a El Salvador, quiero pedirle al presidente (Joe) Biden que me ayude, me tienda la mano y les dé refugio a mis nietas en Estados Unidos”, expresó ayer Rosibel Arriaza, madre de Victoria, la migrante salvadoreña que murió en manos de la policía de Tulum el 27 de marzo.
Estas declaraciones surgieron el mismo día en que una de las hijas de Victoria, Francela, se presentó ante la Fiscalía General de Quintana Roo, después de que esa autoridad activó la Alerta Amber la noche previa, por su desaparición.
“Díganle al presidente (Nayib) Bukele que no quiero regresar a El Salvador”, dijo la hija mayor de Victoria, cuando arribó por su propio pie a las instalaciones del Ministerio Público, en un acto que hizo eco de las razones por las que su madre dejó ese país hace un lustro, en busca de refugio por la violencia que enfrentaba, según contó la familia hace unos días.
La menor apareció después de 12 horas de búsqueda; su extravío indignó a organizaciones civiles nacionales e internacionales que desde el pasado miércoles urgieron al Gobierno mexicano a establecer contacto con la familia de Victoria, en particular con las huérfanas, para procurar su seguridad, después de darse a conocer que ninguna de ellas tenía el estatus de refugiada en nuestro país.
Tengo temor que a mis niñas les suceda algo en México y tampoco quiero traerlas a El Salvador, quiero pedirle al presidente (Joe) Biden que me ayude, me tienda la mano y les dé refugio a mis nietas en Estados UnidosRosibel Arriaza, Madre de Victoria
“Nos parece importante que sea directamente el Gobierno de México el que establezca una comunicación expedita y muy clara con la madre (de Victoria). (...) Las hijas están en territorio mexicano y tienen que estar bajo la salvaguarda y protección del Estado”, dijo el miércoles Tania Reneaum Panszi, directora ejecutiva de Amnistía Internacional a La Razón.
Al apelar a la ayuda del gobierno estadounidense, la madre de Victoria, quien abordaba un vuelo a México, para reunirse con sus nietas, anunció ante la prensa internacional que emitirá una demanda contra el Gobierno mexicano, que a casi cuatro días de la muerte de la migrante no se mantenía en contacto con ella.
La Secretaría de Gobernación informó que la titular de la Comisión Nacional para Erradicar y Prevenir la Violencia contra las Mujeres, Fabiola Alanís, se reunirá en Cancún con la madre de Victoria .
Rosibel Arriaza arribó al país para encontrarse con el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, para dar atención al feminicidio y completar los trámites para que los restos de Victoria sean trasladados a El Salvador.
ANTECEDENTES
Victoria Esperanza Salazar, salvadoreña de 36 años refugiada en México, murió a causa de una fractura provocada por la excesiva fuerza policial en el municipio de Tulum.
El asesinato derivó en la detención de los cuatro policías implicados. El hecho también provocó la destitución del jefe de la Policía Municipal de Tulum.
Tres días después de la muerte, autoridades estatales confirmaron la detención de la pareja sentimental de Victoria, identificado como Héctor “N”, por el presunto abuso de la refugiada y de sus dos hijas.
- El dato: De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Victoria Salazar ingresó al país a inicios de septiembre de 2017 y solicitó refugio por motivos de violencia de género.