En México ya se resiente el impacto por el creciente número de centroamericanos que están llegando a la frontera norte, en espera de una oportunidad para regularizarse en Estados Unidos, pues los albergues en Tijuana, Baja California, se encuentran a su máxima capacidad y siguen llegando migrantes.
Esta situación ha obligado a decenas a permanecer en carpas improvisadas o en la calle, arriesgando principalmente la seguridad de los niños, afirman organizaciones no gubernamentales (ONG), pues al menos 50 por ciento de los que llegan son menores de edad, ya sea solos o acompañados.
En entrevista con La Razón, Soraya Vázquez, subdirectora de Al Otro Lado, detalló que “el principal problema de la migración son los menores, ya que ellos son quienes más sufren las políticas de los países. Ellos no tienen elementos para saber qué es lo que pasa, lo que puede derivar en traumas”.
La experta aseguró que diariamente llegan de Centroamérica 100 migrantes, además de 60 que son regresados de Estados Unidos, lo que complica el panorama de los albergues que están a punto del colapso.
Por esa razón en la garita migratoria de El Chaparral ubicada en Tijuana, ya hay cientos de migrantes hacinados, sin alimento y en carpas y lonas mal colocadas, en espera de una respuesta a su solicitud de asilo, pues muchos de ellos llevan meses esperando que sean llamados, además de que los procedentes de Estados Unidos buscan algún lugar para pasar la noche e intentar de nuevo el paso.
José María García, director del albergue Juventud 2000 en Tijuana, aseguró que en su albergue con capacidad de 300 personas, por lo menos hay 148 niños.
El principal problema de la migración son los menores, ya que ellos son quienes más sufren las políticas de los países. Ellos no tienen elementos para saber qué es lo que pasa, lo que puede derivar en traumasSoraya Vázquez, Subdirectora de Al Otro Lado
“Los albergues están llenos acá en Tijuana, ya no hay espacio y las personas siguen llegando en grandes cantidades; incluso muchos de ellos ya comenzaron a quedarse afuera y otros se van al campamento de El Chaparral para buscar un lugar donde pasar la noche”, explicó.
El activista dijo que el mayor riesgo es que las personas se queden en las calles y comiencen a deambular como en 2018, cuando se registró la mayor cantidad de migrantes en el municipio tras la llegada de las caravanas.
Esmeralda Shiu, vocera de la Coalición ProDefensa del Migrante que tiene seis albergues en Baja California, dijo a este diario que existe una crisis humanitaria en el norte del país, ya que no hay espacio y “ya se está batallando para colocar personas, pues muchos de ellos ya no alcanzan y se quedan a dormir fuera de los lugares”.
Dijo que el problema que se vislumbra es que las personas nuevamente se queden en la calle; por ello, pidió apoyo de las autoridades ante un aumento que se espera en las siguientes semanas.
Otro de las preocupaciones de los responsables de albergues es la emergencia sanitaria, ya que han abierto sus puertas al bajar los niveles de riesgo en los estados, situación que fue aprovechada por los migrantes y a la fecha, ya llenaron todos los lugares que estaban dispuestos para atender a las personas, por ello, en Tijuana se puede ver a decenas esperando un lugar o dormir en la calle o parques.