En medio del auge en el éxodo de centroamericanos hacia Estados Unidos, las personas que trafican con indocumentados, coyotes, están aprovechando la situación para hacer su agosto, y ofertan paquetes de cruce al vecino país del norte con costos que van de ocho mil hasta 11 mil 500 dólares (160 mil y 230 mil pesos, aproximadamente).
En redes sociales y chats de WhatsApp en los que migrantes organizan la caravana para el próximo 15 de abril, presuntos polleros ofertan sus servicios y describen el modus operandi: una vez que lleguen a territorio mexicano, ellos lo contactan para salir desde tres diferentes puntos, Tapachula, Chiapas; Oaxaca, Oaxaca o Tenosique, Tabasco.
El viaje de los migrantes por territorio nacional se realiza a través de autobuses foráneos, en los que, aseguran los polleros, no hay revisión por los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), autos particulares o camionetas, dependiendo del número de personas que contraten el servicio.
El cambio de ruta se concreta en la Ciudad de México para al menos tres puntos en el norte del país con diferentes costos. En Tamaulipas hay al menos tres destinos, Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa, con un costo de ocho mil dólares, para cruzar al estado de Texas; mientras que el más caro es por Tijuana, Baja California, para el que hay que desembolsar 10 mil dólares, más el cruce de mil 500 dólares, lo que genera un costo total de 11 mil 500 dólares, unos 230 mil pesos aproximadamente.
En los chats, describen que las ventajas de cruzar por Tijuana hacia Estados Unidos es porque colinda con San Diego, donde migrantes ven más oportunidades de encontrar trabajo, a comparación de si ingresan a Texas por Tamaulipas.
La Razón contactó a uno de estos coyotes llamado “Jerry”, quien confirmó los costos por traslado y señaló que éstos dependen del sitio donde se aborde a la persona.
Expertos en migración aseguran que contactar por chats ha sido un modo en que polleros han encontrado un nicho, pues migrantes que ya tienen algún familiar en Estados Unidos que les ayuda a pagar los cruces, crean una especie de oferta y demanda.
José María Ramo, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), refiere: “muchas de las personas en éxodo tienen familiares en la nación estadounidense, y les transfieren recursos para que puedan pagar a un pollero y hacer el cruce, por ello los buscan y crean la demanda. Los traficantes aprovechan la coyuntura”.
En este punto coincide Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, quien asegura que los coyotes se valen de medios electrónicos para atraparlos para su negocio con costos que, dice, podrían llegar incluso a los 12 mil dólares.
“Los coyotes aprovechan y diversifican su negocio por medios electrónicos. Les va conviniendo para mejorar sus ingresos y cobran entre 8 y 12 mil dólares. Los pasan por el área de Chiapas, a través de la Selva Lacandona, donde no se encuentra la Guardia Nacional y no son detectados”, explicó a este diario.
Añade que los centroamericanos prefieren llegar a Tijuana, Baja California, porque en Tamaulipas o Chihuahua tienen el imaginario que el lugar es muy peligroso para ellos, además de que aseguran que tienen mejores oportunidades en su trayecto a Estados Unidos.
Ana Sainz, directora de Sin Fronteras, aseguró que grupos delincuenciales están aprovechando el incremento de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos para “hacer su agosto” y les hacen creer que la frontera está abierta.
“Por esta falsa percepción, la gente cree que es más fácil entrar con la ayuda de un pollero por la relajación de las medidas en Estados Unidos, situación que no es cierta, pero que aprovechan los integrantes de grupos delincuenciales para hacer negocio”, destacó.
Los grupos que según los expertos acaparan el negocio son Los Zetas, La Línea y el Cártel de Sinaloa.