Desbordada la migración
Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos detallan que de octubre de 2020 a marzo de 2021, la autoridad ha detenido a 12 mil 555 menores mexicanos migrantes que buscaban asilo en ese país y viajaban solos, cifra 59.65 por ciento mayor que la registrada en el mismo periodo de 2020 a 2021.
Esmeralda Shiu, vocera de la Coalición ProDefensa del Migrante en Tijuana, consideró preocupante y dramática la situación que viven los menores migrantes, pues en cada éxodo se violan sus derechos y garantías, aparte de que no se protege su derecho a una niñez sana.
“Es dramático, en el sur es muy complicado y ves familias enteras que buscan proteger a sus hijos del crimen, pero sí hay mucho olvido de la autoridad”, explicó.
La activista señaló que en los albergues se trata de que tengan acceso a la educación o al recreo para minimizar el panorama que viven, sin embargo, destacó que asimilan su situación a pesar de que están “chicos”, aunque se preguntan que es lo que pasará cuando lleguen a ser mayores.
De enero a marzo de 2021, 5 mil 476 niños mexicanos fueron repatriados desde EU, de los cuales, 5 mil 249 oscilaban entre los 12 a 17 años, mientras que 227 eran menores de 11 años, de acuerdo a datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración, dijo que los menores no deben estar en estaciones de detención, pues es el primer principio que se vulnera en el país, además de que ya existe una reforma para que no se haga, pues es necesario velar por sus derechos en cualquier parte.
Comentó que en cualquier sitio donde se encuentren deben atender sus necesidades y crearles oportunidades de desarrollo, pues son presa de vulnerabilidades.
Acecha crimen a la infancia
El más reciente estudio de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) de marzo de 2020, estima que desde 2010, cada año son reclutados 30 mil menores por grupos del crimen organizado, además que desaparecen cuatro niños y tres son asesinados diariamente.
Los motivos principales para ingresarlos a sus filas son labores de sicariato, venta de droga y halconeo en sus lugares de origen, debido a que en la mayoría de los casos son utilizados para avisar de la presencia policiaca mientras se juegan en la calle, lo que para los menores significa una remuneración para ayudar a sus familias.
Al respecto, Saskia Niño de Rivera, directora de Reinserta, aseguró que el reclutamiento infantil es un problema que va al alza, ya que los cárteles Jalisco Nueva Generación y del Noreste son los encargados ahora de ingresar a sus filas a los niños: “la nueva forma de operar de estos cárteles es de usar a los niños, pero ellos ya no respetan nada de la infancia, sino que son cada vez más agresivos”.
La activista señaló que no hay una fórmula para explicar los filtros de reclutamiento, pues si bien antes se señalaba a la pobreza, ahora hay muchos factores que obligan a los niños a estar en sus organizaciones, lo que se ve en la deserción escolar y el aumento del uso de drogas.
“Hay que entender que son niños que son víctima de la ausencia del Estado y los factores de riesgo son la deserción escolar, consumo de drogas, la narcocultura, la normalización de la violencia y narcocorridos, es la suma de muchas cosas”, dijo.
Por separado, Leopoldo Rodríguez, experto en temas de seguridad, dijo a este diario que uno de los principales problemas que enfrenta el país es vivir bajo una situación de guerra civil donde los niños son los más afectados por el control del crimen organizado en muchas regiones.
Violencia y desplazamiento
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos alertó que los menores son los más afectados por el desplazamiento interno forzado, debido a que sufren diversos riesgos durante sus trayectos por el país.
En entrevista con La Razón, Brenda Pérez, coordinadora de la organización, dijo que las autoridades no cuentan con información específica de los niños que dejan sus lugares de origen, por lo que no se puede medir el impacto, aunque éste siempre es negativo y afecta su desarrollo.
“Hay muchos impactos que sufren los menores desplazados como falta de vivienda, alimentación, recuperación de sus documentos, seguridad y salud. Es preocupante lo que tienen que vivir, pues aparte les secuestran a sus padres y los matan en sus migraciones a otros estados”, destacó.
La última cifra de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos señala que al menos 8 mil personas fueron desplazadas en 2019; de ellas, cientos de menores fueron afectados porque viajaban con sus familias, pero no se cuenta con el dato exacto, ya que faltan bases de datos en el tema o no existen.
Pérez dijo que en 2020 se registraron 21 movimientos o desplazamientos internos masivos en el país, mismos que en muchas ocasiones los niños, niñas y adolescentes no acabaron por comprender.
“Una de las cosas relevantes es que cada vez es más evidente el éxodo de los menores, sobre todo en estados de la frontera sur. Quienes están más expuestos son las poblaciones indígenas que han sido invisibilizadas.
“Es difícil reincorporarse a clases en otros estados, porque no traen papeles o certificados, eso complica su desarrollo y pierden años de aprendizaje”, estimó la especialista.
Salud, reto en la pandemia
La pandemia provocada por el Covid-19 generó estrés, ansiedad y hartazgo en la niñez, debido que al paso de los meses el aislamiento comenzó a generar en ellos problemas emocionales.
Según la Encuesta de Salud y Nutrición en Niñas y Niños menores de 12 años (ENSARS-CoV-2), los cambios en la rutina diaria fue el factor detonante de estrés entre 75 y 85 por ciento de los menores.
De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia, en los primeros cuatro meses de 2021 se atendieron a 10 mil 768 menores por problemas relacionados con situaciones psicológicas, como riesgo de suicidio, problemas familiares, depresión, ansiedad, fatiga pandémica y problemas de autoestima.
Alma Maldonado, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, detalló a este diario que se ha dejado mucho que hacer en el tema educativo por la pandemia, ya que las autoridades tuvieron una muy lamentable respuesta, ya que no supieron cómo establecer medidas y solo dejaron programas de televisión mal producidos, que, además, son insuficientes.
“Los menores están agobiados, hartos y cansados por la pandemia, y las medidas de las autoridades no han garantizado sus derechos. Otro problema que se avecina es que muchos de los niños no van a regresar a clases, pues la emergencia sanitaria los obligó a abandonar la escuela, muchos sufrieron en sus casas maltrato, pobreza y abuso sexual”, dijo.
Por separado, Israel Rivas, vocero de padres de niños con cáncer, dijo que en el país hay 20 mil menores con la enfermedad sin medicamento, por ello, “las autoridades deben proteger de mejor manera a los niños con más atención médica y medicamentos, ya que son sectores vulnerables que están desprotegidos”.