Si bien en la última década Colima pasó de ser uno de los estados con mejores índices de competitividad del país, a encontrarse entre los peores calificados, este retroceso se profundizó en los últimos cinco años, durante la administración del gobernador José Ignacio Peralta.
Mientras que en 2016 -el primer año de gobierno del priista- el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) colocó a Colima en la undécima posición en el Índice de Competitividad Estatal, para la última entrega de este informe, el estado cayó al sitio 21.
De acuerdo con el estudio, que mide la capacidad de cada entidad federativa de generar una mejor calidad de vida para sus habitantes, de 2012 a 2021 la entidad retrocedió 18 posiciones.
En 2012, el Imco posicionó a Colima en el tercer lugar a nivel nacional, entre los estados más competitivos del país, y para 2014 el estado retrocedió cuatro puestos y ocupó el séptimo lugar entre las 32 entidades federativas.
Peralta Sánchez recibió la entidad cuando ésta ocupaba el undécimo sitio (en color amarillo, como indicador de competitividad media alta) en la lista del Imco; sin embargo, en los últimos cinco años el retroceso fue mayor, pasando al sitio 20 el año pasado, en el contexto de la pandemia, y hasta caer a la posición 21 en este año, para ubicarse entre los 11 estados con calificación “media baja”, junto a entidades como Morelos o Zacatecas.
De acuerdo con el último reporte del Imco, este año la entidad presentó importantes retrocesos en rubros como el sistema político del estado y en materia económica, al considerar que su población trabajadora obtiene ingresos menores a los que proporcionan bienestar.
Además -en el contexto de las elecciones del 6 de junio próximo-, los habitantes percibieron más corrupción dentro de los partidos políticos que un año atrás, con un retroceso de nueve lugares en la percepción, de acuerdo con el estudio.
Ivania Mazari, coordinadora de Evaluación y Análisis del Imco, explicó a La Razón que principalmente son tres los rubros en los que decayó la entidad durante el último año: en sistema político, mercado de factores y en cuanto a su gobierno.
“Hubo un breve incremento en la percepción de corrupción de los partidos políticos de ese estado, mientras que otras entidades han reducido esa percepción de corrupción; eso hizo que perdiera posiciones en sistema político”, expuso.
“En el tema de mercado de factores vemos, por ejemplo, que aunque se incrementó el ingreso promedio de los trabajadores, es muy pequeño; estamos hablando de unos 10 pesos en promedio, mientras otras entidades llegan a incrementar hasta 100 pesos cada año. Además, se incrementó la desigualdad salarial”, destacó.
El estudio advierte que la entidad se encuentra por debajo de la media nacional en los rubros de “economía estable”, que permite anticipar si las entidades federativas son propensas a generar mayores riquezas.
También en el rubro de “Estado de derecho”, en el que se posicionó en el sitio 28 de 32 entidades, sólo por arriba de estados como Morelos y Zacatecas.
Los datos anteriores son consecuentes con una disminución de dos puntos en su adhesión al Estado de derecho, según se indica en la última entrega del Índice de Estado de Derecho en México que presenta la organización civil World Justice Project (WJP).
De acuerdo con este informe, entre 2020 y 2021, en medio del contexto pandémico, pese a que en ambos años mantuvo un puntaje de 0.41 puntos en este rubro, el estado decayó dos posiciones respecto a las 32 entidades del país, ocupando el sitio 14.
Además, el estudio refleja que Colima se ubica en la posición 22 en el factor de “orden y seguridad”, y en el sitio 24 en el rubro de “gobierno abierto”.