En dos meses, el presidente de Estados Unidos Joe Biden duplicó el promedio mensual de migrantes expulsados a México bajo el llamado Título 42, el cual permite expulsar de manera expedita a detenidos que cruzaron la frontera de manera ilegal.
Desde esa fecha y hasta enero de 2021, último mes de Trump en la presidencia de Estados Unidos, se registraron 444 mil 450 expulsiones de migrantes, principalmente de Centroamérica, bajo pretexto de proteger a ciudadanos estadounidenses de posibles contagios por el SARS-CoV-2. El llamado Título 42 fue impulsado por su antecesor Donald Trump, en marzo de 2020, que se usa contra ilegales con el argumento de la pandemia por Covid-19.
Cada día llegan 100 personas y son las mismas que te van a pedir asilo y los regresan, pero no hay lugar ya que los albergues están llenos y no cabe nadie másEsmeralda Shiu <br>Directora del albergue Madre Asunta
Lo anterior significó, en promedio, 40 mil expulsiones por mes, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, con la llegada del demócrata a la Casa Blanca, la situación lejos de mejorar empeoró. Tan sólo en febrero y marzo se contabilizan 173 mil 845 expulsiones, es decir, 86 mil por mes, 115 por ciento más que en la era Trump.
Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, advirtió que el número de expulsados a través del Título 42 va en aumento y generará una crisis humanitaria en el norte de México, sobre todo en Ciudad Juárez, Chihuahua, a donde llegan al día entre 100 y 150 personas expulsadas bajo esa norma.
“Es una crisis humanitaria, pero es algo que se puede poner peor. Desde el 11 marzo entre 100 y 150 personas diarias son expulsadas al menos por el punto de Ciudad Juárez, y de continuar esa tendencia va a llegar un momento en el que no puedes absorber a esas familias, a esas personas que llegan a México desde Estados Unidos. Al final regresan y van a albergues, otras regresan con el pollero para intentar cruzar de nuevo, otras intentan saltar por su parte, otras ya regresan tan desilusionadas, tristes, es lo de siempre”, aseveró a La Razón.
La experta aseguró que de seguir el mismo panorama y la llegada o expulsión de personas, la situación se desbordará.
Si, está fortaleciendo una nueva forma de migración en el norte, pues ya se están acostumbrando a crear albergues y vivir de diferente manera en México. Están llegando muchos diarios y expulsadosJosé María Ramo<br>Investigador del Colef
ALBERGUES AL LÍMITE. En México, los albergues se encuentran a punto del colapso, pues la mayoría en Tijuana, Baja California han reducido sus aforos a menos de 50 por ciento. Por ello, las personas que han sido expulsadas y no encuentran un techo, se ven obligadas a improvisar campamentos sin ningún tipo de medida de seguridad o sanitaria.
Esmeralda Shiu del albergue Madre Asunta dijo a este diario que la reducción del aforo se debe a la emergencia sanitaria por Covid-19, además que la misma pandemia les dificultó seguir sosteniendo a toda la gente que llega a la frontera. Por ello muchos migrantes levantaron un albergue improvisado en la zona de El Chaparral, que colinda con la entrada aduanal con Estados Unidos, pero donde también están expuestos a diversos riesgos.
“Si son muchos, cada día llegan 100 personas y son las mismas que te van a pedir asilo y los regresan, pero no hay lugar ya que los albergues están llenos y no cabe nadie más. Lo que hacen es ir a buscar nuevos campamentos o hacen los suyos, lo que los deja expuestos a un sin fin de peligros”, aseveró.
La organización internacional Médicos sin Fronteras denunció que más de 700 personas han llegado en los últimos días al municipio de Reynosa Tamaulipas, donde se han quedado en la plaza principal para dormir y resguardarse.
Son de Honduras, El Salvador y Guatemala, y fueron expulsados bajo el Título 42, pero lo que más preocupa al organismo es que hay decenas de niños, y no existen condiciones para que subsistan por falta de medicamentos, alimento y ropa.
Por su parte, José María Ramo, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef) explicó que el riesgo de los campamentos improvisados es que, por la desesperación, quieren cruzar la frontera de manera recurrente, por ello ya adoptaron el modus de crear campamentos en cualquier estado.
“Si, está fortaleciendo una nueva forma de migración en el norte, pues ya se están acostumbrando a crear albergues y vivir de diferente manera en México. Están llegando muchos diarios y expulsados; más los que llegan y los que ya están ahí, se vuelve un problema, por ello ya están volteando organismos como Unicef para ayudar en la emergencia”, explicó.
Además advirtió que la tensión se incrementará al paso de los meses con las autoridades, los ciudadanos y por la misma desesperación. “Nunca habíamos visto este escenario en Tijuana, es muy difícil, pero ellos seguirán ahí”, añadió.