La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) necesita una profunda transformación interna para eliminar el examen de admisión de estudiantes, la Junta de Gobierno de 15 “notables”, la reelección del rector y los “cotos de poder” e intereses que tienen ahí los partidos políticos.
Eduardo López Betancourt, presidente del Tribunal Universitario (TU), quien tiene más de 53 años en el terreno académico universitario aseguró lo anterior en entrevista con La Razón, donde planteó también acabar con el “porrismo” estudiantil que sólo causa daño a la UNAM, además de establecer un salario mínimo para los alumnos —similar al que reciben los obreros—, para aquellos que tengan un promedio de 8 a 10.
Denunció que lamentablemente la UNAM sigue siendo un “botín” para los partidos, personajes que quieren seguir dominando a la institución e imponer a su rector, lo cual va en contra de la academia porque cualquier manejo político o sectarista acaba con la universidad.
El doctor López Betancourt planteó derogar la actual Ley Orgánica de la UNAM que data desde 1945 y dar paso a un nuevo marco normativo más completo para que la Universidad tenga “una auténtica actualización” y sea parte de la vida democrática actual.
Opinó que el error de la “vieja” ley orgánica es que la UNAM esté gobernada por 15 respetables científicos, pero no es su papel, además que no lo hacen, es gobernar a más de 300 mil estudiantes, cerca de 100 maestros, 50 mil trabajadores, lo cual es totalmente inaceptable.
Aparecen ahí (en el porrismo) grupos políticos, la Universidad siempre se ha visto como un botín, un lugar de control que deja muchos beneficios y ahí aparecen políticos, a querer controlar a la UniversidadEduardo López Betancourt, Presidente del Tribunal Universitario
“Ellos mismos deben aceptar esa imposibilidad de gobernar a la universidad, tienen la denominación de Junta de Gobierno pero no la gobiernan, no son ellos los responsables, por eso deben desaparecer, sin ninguna duda, y que ellos mismos deben entender que no están haciendo un papel correcto”, indicó.
En la transformación universitaria, abundó, es brindar apoyo total a los estudiantes que son el corazón de la casa de estudios, brindándoles facilidad para inscribirse, sin trabas burocráticas, como el examen de admisión.
“Hay una serie de trabas para que el estudiante alcance su inscripción en las escuelas, siempre con una actitud muy parcial, no sabemos quién los hace y cómo los hacen. Para mí los exámenes de admisión deben abolirse, no son lo mejor para que el estudiante logre su objetivo”, aseguró el presidente del TU.
López Betancourt propuso fijar un salario mínimo (141.70 pesos actualmente) para los alumnos de la Universidad, ya que enfrentan muchos problemas económicos para estudiar, a pesar de las modestas becas que reciben del gobierno federal, estatal o de la iniciativa privada.
“Por lo menos sería un salario mínimo pero tiene que entregar un promedio de ocho y eso inclusive va a ser la mejor forma de seleccionar a los alumnos que no den, a pesar de recibir el apoyo económico (...) Va a darse una deserción natural, quien no tenga capacidad no seguirá sus estudios”, apuntó.
Más adelante explicó que la reestructuración de la UNAM va de la mano con el tema del porrismo, el cual es promovido y solapado por las mismas autoridades, que lo utilizan como medida de presión para mantenerse en sus cargos o apoyar a algún partido.
“Aparecen ahí grupos políticos, la Universidad siempre se ha visto como un botín, un lugar de control que deja muchos beneficios y ahí aparecen políticos, personajes de distintas ideologías a querer controlar a la Universidad”, subrayó al enumerar a gente de Morena o del PRI que está ahí metida.
Reconoció que otro problema en la UNAM es la aparición de venta de droga, “que hoy por hoy atenta a la universidad, es una realidad que no podemos ocultar y está permanentemente acechando al estudiante”.
Cuestionado sobre la reelección de los rectores de la máxima casa de estudios, Eduardo López aseveró que es enemigo de esas acciones, que se están dando en otros ámbitos como el Poder Legislativo y las presidencias municipales, y lo cual, dijo, incluye a la universidad.
“Tal vez el periodo del rector pueda aumentarse, se piense en cinco o seis años; posiblemente sea sano un rector de cinco años en lugar de cuatro, pero sí soy enemigo de la reelección, porque no es lo mejor. Al final de cuentas se reelige el que tiene el poder”, señaló.
El presidente del Tribunal Universitario consideró que si no es suficiente que fructifique un plan de trabajo en cuatro años -tiempo actual del periodo del Rector en la UNAM-, que se amplíe su mandato pero que ya no se reelija porque sólo beneficia a los que reparten plazas, canonjías y otros beneficios irregulares.
“Creo que 99 por ciento de directores o funcionarios que buscan la reelección lo logran porque tienen el poder y en desventaja están los que no lo tienen, al final ni siquiera renuncian, siguen en el cargo y así muy fácil”, sostuvo.
Eduardo López Betancourt calificó al actual rector de la Universidad Nacional, Enrique Graue como un “hombre prudente, capaz, preparado”, a quien, admitió, lo ha tratado de convencer de estas ideas de transformación a dicha casa de estudios.
“Le he dicho ‘aquí no hay otro camino o cambiamos o nos cambian”, concluyó el doctor.
- El dato: Maestros de la ENES de Morelia, Michoacán, de la UNAM, estuvieron casi dos meses en paro tras exigir pago de adeudos.