Daño pulmonar y afectaciones a la salud emocional son los principales problemas que enfrentan los jóvenes ante un contagio por Covid-19, aunque la edad y la fortaleza de sus organismos les permite resistir más al virus, aseguró Jorge Rafael Gamboa Cardeña, coordinador de Programas Médicos del IMSS.
En entrevista con La Razón, mencionó que la población de menor edad puede tener las mismas afectaciones a la salud por el virus que los adultos, por lo que es necesario cuidarse y respetar las medidas sanitarias, ya que la enfermedad afecta a quien no está vacunado.
El experto explicó que la recuperación para los jóvenes consiste en modular la respuesta inmunológica, para que la inflamación del cuerpo por el virus sea lo más leve posible para darles la oportunidad de recuperarse a la brevedad.
“La condición de la población más jóven es diferente a la de los adultos, porque tienen menos comorbilidades como diabetes, hipertensión o cáncer, lo que permite que tengan una mayor posibilidad de responder mejor a las terapias. Las alternativas terapéuticas van acorde de cada cuerpo ya que es diferente el tratamiento para cada organismo”, destacó.
La Razón publicó en su edición de este jueves testimonios de jóvenes de entre 21 a 27 años que tuvieron daños en su salud por contagiarse de Covid, entre los que destacan son fiebres, dolor muscular y en articulaciones, tos, pérdida de olfato y gusto, entre otros. Además, se enfermaron desde hace un mes, justo cuando inició la tercera ola por SARS-CoV-2, lo que confirma riesgo de la población menor.
Desde hace cuatro semanas, en el IMSS se observó un aumento de casos por la enfermedad, que impacta directamente en la población de entre 30 y 40 años, ya que son el sector de riesgo que por el momento no se ha vacunado; sin embargo, el experto aclaró que cualquier adulto de más de 18 años puede tener las mismas consecuencias en su salud, incluso, hasta llegar a la intubación.
Los principales problemas vinculados al virus en poblaciones más jóvenes, son afectación pulmonar y a la salud mental, por lo que en el primer caso se dispone de oxígeno para cambiar su condición, pero en el segundo, atención psicológica en el hospital y en casa.
“En general, todos se van con oxígeno suplementario de manera intermitente por su afectación pulmonar, pero se regula la cantidad depende del daño. En el adulto joven aparece mermado el estado de ánimo porque les da la enfermedad, ya que se deprimen por ver limitada su movilidad y productividad”, explicó.
El objetivo es hacerles entender que tienen una condición débil que les reduce su movilidad y los vuelve vulnerables, porque a pesar de que están en su casa en rehabilitación deben entender que necesitan apoyo. “Es menos probable que presenten un cuadro grave por la enfermedad, pero no están exentos de padecer el virus, aunque depende de la carga viral que tengan para conocer su riesgo, aunque por su edad y la fortaleza de su organismo, salen más rápido del contagio”, añadió.