La Secretaría de Salud (Ssa) presentó a las autoridades estatales la nueva metodología del semáforo de riesgo Covid, que pondera la ocupación hospitalaria sobre el número de contagios, así como un mayor margen para continuar con las actividades socioeconómicas durante la tercera ola de la pandemia.
Desde el pasado jueves, en una reunión virtual, autoridades federales presentaron ante el Consejo Nacional de Salud (Conasa) el borrador con los nuevos parámetros del semáforo. Sin embargo, los datos no han sido publicados, al igual que la actualización quincenal de este instrumento.
El borrador, al que tuvo acceso La Razón, indica que se mantendrán los 10 indicadores para calcular el riesgo, pero dos tendrán un peso distinto: la tasa de casos hospitalizados por cada 100 mil habitantes tendrá un valor de 15 por ciento en la calificación.
En contraparte, la tasa de casos activos estimados —contagios que ocurrieron en los últimos 14 días—, tendrá cinco por ciento de valor, de acuerdo con el documento.
Le siguen dando mucho peso a la hospitalización, que sí va a incrementarse, pero no de la manera exponencial que vimos entre octubre y enero de este año porque ya tienes un sector vacunado. Eso va a ayudar a que este parámetro no se levante tantoAlejandro Sánchez Flores <br>Investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM
Los indicadores de tasa de reproducción efectiva, tasa de mortalidad, ocupación de camas IRAG, ocupación de camas con ventilador, así como las tendencias del síndrome Covid, hospitalizaciones y mortalidad por cada 100 mil habitantes tendrán un valor de 10 por ciento en la calificación.
“Modificamos las ponderaciones de la tasa de casos activos estimados y la tasa de hospitalizaciones para hacer al semáforo menos sensible a la carga de enfermedad y más sensible a la hospitalización”, apunta el documento presentado a los secretarios de salud estatales.
La dependencia también modificó los rangos de calificación para asignar un color del semáforo a cada entidad, con lo que da un mayor margen para mantenerse en verde y amarillo, y no pasar al color naranja, que representa un riesgo alto.
En los lineamientos anteriores se requería entre cero a ocho puntos como resultado de los 10 indicadores para permanecer en color verde, pero en el actual se extendió a nueve puntos. En tanto, para permanecer en color amarillo, de riesgo moderado, el rango anterior era de nueve a 15 puntos; en la nueva propuesta es de 10 a 19 puntos de los indicadores.
Los estados que sumen de 20 a 29 puntos serán colocados en el color naranja de riesgo alto, mientras que en el antiguo lineamiento se ubicaba en este riesgo de los 16 a 31 puntos. Por último, las entidades que sumen de 30 a 40 puntos serán clasificadas en el riesgo máximo, el color rojo. Previamente se obtenía este color con un puntaje de 32 a 40 puntos.
Al respecto, Alejandro Sánchez Flores, integrante del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica del SARS-CoV-2, consideró que se debe de priorizar la tasa de reproducción efectiva o Rt para vigilar el comportamiento de las variantes.
“Le siguen dando mucho peso a la hospitalización, que sí va a incrementarse, pero no de la manera exponencial que vimos entre octubre y enero de este año porque ya tienes un sector vacunado. Eso va a ayudar a que este parámetro no se levante tanto”, indicó.
El también investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM consideró que estos indicadores buscan monitorear la saturación del sistema hospitalario, pero no la contención de nuevos contagios.
Por su parte, el infectólogo Alejandro Macías consideró que desde el ámbito clínico no considera el semáforo, sino la facilidad para acceder a una cama en los hospitales, disponibilidad de terapia intensiva y oxígeno medicinal.
“Para mí eso es más útil, pero no hay una técnica estándar (del semáforo), creo que como lo están haciendo es razonable”, expresó.
En un comunicado, la Ssa indicó que las modificaciones se realizaron con base en el grupo de edad más afectado por la pandemia en la tercera ola, como consecuencia del avance del programa de vacunación.
Al respecto, el director general de Información en Salud, Dwight Dyer Leal, explicó que la nueva propuesta aporta mayor amplitud a la continuidad de actividades socioeconómicas, privilegia el número básico de reproducción y las tasas en tendencias de hospitalización y mortalidad como indicadores de alerta temprana para tomar medidas de forma oportuna.