La convulsión en dos puntos medulares de movilidad en Naucalpan se ha recrudecido durante la pandemia, con un notable crecimiento del comercio ambulante y desorden provocado por el transporte público.
A pesar de que el Plan de Desarrollo Municipal 2019-2021 proyectaba, como una de sus metas, optimizar la accesibilidad y movilidad de la población, principalmente en la zona de la Estación de Transferencia Modal (Etram) de Cuatro Caminos y su zona circunvecina, hasta llegar al antiguo Toreo, este objetivo no se cumplió, al menos en dichas áreas.
El documento señala que, en el municipio, hay una condición generalizada de desorden en el transporte público, la cual se vuelve más importante en el Etram Cuatro Caminos, el centro de origen y destino de viajes más importante del municipio.
En la hora de máxima demanda matutina, el Etram produce un tránsito directo de origen-destino de cuatro mil vehículos, a los que se suman los llamados viajes marginales provocados por la existencia de numerosos usos comerciales y de servicios de primer nivel, funciones político-administrativas, así como importantes concentraciones de comercio informal en vía pública, lo que genera graves conflictos y disminuye la capacidad de la vialidad, subraya.
No obstante este reconocimiento de la autoridad municipal, el conflicto no fue solucionado. Los peatones deben sortear cientos de puestos informales para poder caminar por las calles y, en algunos puntos, no les queda otra opción que hacerlo sobre la cinta asfáltica, pues las banquetas están copadas además por decenas de minivans de varias rutas del transporte público mexiquense.
“El Cetram Cuatro Caminos vino a darle una mejor vista a esta zona, pero de ahí en fuera lo demás sigue igual: ambulantes por doquier, basura, ratas, combis que se estacionan y hacen base donde quieren, los transportistas agarran de baño cualquier esquina, en ocasiones ingieren bebidas alcohólicas en la calle o se fuman sus cigarros de marihuana”, narra Karla, vecina de la zona.
“No se tiene un censo real de unidades que circulan por el territorio municipal. Poner orden en este sentido es tarea primordial para lograr un servicio eficiente y coadyuvará a mejorar el flujo vehicular”, plantea el Plan de Desarrollo.
Sin embargo, a poco más de cuatro meses de que concluya la actual administración municipal, encabezada por la alcaldesa Patricia Durán Reveles, el desorden en el transporte es más agudo, a lo que se suma el crecimiento desmedido en el ambulantaje en la zona y, por lo tanto, no ha mejorado el tráfico vehicular.
“Se tienen detectados diversos problemas tales como: bases y lanzaderas no autorizadas, falta de orden en las paradas de transporte, irregularidad en el servicio, falta de infraestructura, mobiliario y equipamiento que permitan el uso del transporte público sea de manera cómoda, segura y eficiente”, diagnosticó también el plan municipal, algo que no ha cambiado en el Etram ni en la zona del antiguo Toreo, entre las avenidas Ingenieros Militares y Rodolfo Gaona.
“Y ni hablar los viernes y sábados: se incrementa el flujo vehicular, yo diría que las horas pico son entre 6 y 9 de la mañana y 5 a 8 de la noche. De terror si es quincena; es prácticamente imposible la circulación, hay ocasiones en que entran al quite los ‘toreros’, muchachos que intentan regular el pase de los camiones por unas monedas”, describió Karla.