Debido a la presión que Estados Unidos ha ejercido para contener la inmigración irregular, el gobierno de México ha enviado alrededor de 13 mil personas migrantes desde el norte hacia la frontera sur del país.
“México ha estado trasladando a unas 13 mil personas desde ciudades del norte hacia su frontera sur en 100 vuelos, complementando los esfuerzos de Estados Unidos para trasladar a migrantes de vuelta a Centroamérica”, aseguraron dos funcionarios mexicanos a Reuters.
En un comunicado, ambos funcionarios comentaron que aproximadamente mil 200 personas volaron hacia el sur solo la semana pasada. Además, aseguraron a esa agencia que esas cifras no habían sido reportadas anteriormente.
Tanto funcionarios como migrantes explicaron que México ha trasladado “silenciosamente por vía aérea a miles de migrantes indocumentados hacia el sur del país para acelerar su salida”.
"Todo es para complacer a los gringos, que están muy preocupados por el tema migración", indicó uno de los funcionarios mexicanos.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración de México (INM) declinó hacer comentarios sobre estos señalamientos.
En tanto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó en una declaración a Reuters que apoyaba un sistema migratorio humano con respeto a las leyes nacionales e internacionales y que estaba trabajando con Washington para abordar las causas de la migración.
El Gobierno mexicano informó que a fines de mayo se habían realizado cuatro vuelos para regresar a migrantes a través de lo que denominó un "puente aéreo". Sin embargo, no se precisó cuántas personas iban en ellos.
En su edición de fin de semana, La Razón publicó que ante el reforzamiento en las medidas de control en la frontera sur de México, principalmente en Tapachula, Chiapas; en zonas migrantes de Centroamérica y el Caribe están buscando nuevas rutas de ingreso al país en su camino hacia Estados Unidos, como la Selva Lacandona y Palenque, o reactivan el paso por El Ceibo.
El reforzamiento de medidas y los vuelos ocurren cuando la administración del presidente estadounidense Joe Biden enfrenta más críticas de los republicanos por su gestión del problema.