Con estrategia anterior, 512% más salidas en 4 meses

Expulsión de migrantes aumenta 512% con la misma estrategia de Trump

Con el pretexto del Covid, repatriaciones pasan de 70 mil de enero a junio de 2020 a 432 mil en igual periodo de este año; no les permiten solicitar refugio, señalan activistas

migrantes centroamericanos son dejados en El Ceibo, Guatemala, el 12 de agosto. Foto: AP

En la administración de Joe Biden en Estados Unidos se expulsan a 147 migrantes por hora bajo el Título 42 en sólo cuatro meses, mientras que en la era Donald Trump se hacía con 24 personas cada 60 minutos en un periodo similar, lo que representa un aumento de 512 por ciento.

De acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés), en la administración Trump se expulsaron de marzo de 2020 (fecha en que se creó el programa Título 42) a junio de ese mismo año, 70 mil 598 personas en condición irregular; mientras que con Joe Biden van en el mismo periodo, pero de 2021, 432 mil 605. Esto representa que por día, con Trump fueron 578 y con Biden son tres mil 545.

El Título 42 fue creado para expulsar a los migrantes que cruzaran de manera ilegal la frontera con México, con la justificación de que son un peligro para el vecino del norte ante la emergencia por Covid-19, debido a que ponen en riesgo a su población por temas estrictamente sanitarios. Por ello, se expulsan sin juicios, explicaciones, cortes o alguna protección legal, por lo que esta forma es llamada “exprés”.

Sólo de marzo a junio de este año se capturaron a 721 mil 583 migrantes del millón 331 mil 822 que se tienen registrados desde octubre de 2020 (año en que empieza el año fiscal en ese país) hasta julio de 2021.

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Además, la condición se grava porque desde el 5 de agosto pasado comenzaron las expulsiones vía aérea y en sólo 11 días el Gobierno de EU deportó a cuatro mil 400 migrantes de Centroamérica bajo este mismo programa.

De acuerdo con el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), cada día desde el 5 de agosto pasado, se envían dos vuelos desde EU a México; el primero de Brownsville, Texas, rumbo a Tapachula, Chiapas, y el segundo sale de McAllen, Texas, hacia Villahermosa, Tabasco, donde los migrantes son recibidos y trasladados por el Instituto Nacional de Migración (INM), que es el encargado de llevarlos en camiones hacia la frontera sur para depositarlos a su suerte en Guatemala.

En entrevista con La Razón, Gretchen Kuhner, directora del Imumi, dijo que en cada vuelo vienen aproximadamente 200 personas, sin contar a los que expulsan por tierra en la frontera norte; llegan a Tabasco, son trasladados en autobuses y los abandonan en la frontera sin una oportunidad de pedir asilo, refugio o protección.

El Gobierno de México lleva a los expulsados desde EU, hasta la frontera sur, donde los deja en abandono, eso viola cientos de leyes en derechos humanos porque ni siquiera les dan una oportunidad de asilo o refugio
Gretchen Kuhner<br>Directora del Imumi

“El Gobierno de México lleva a los expulsados desde EU, hasta la frontera sur, donde los deja en abandono, eso viola cientos de leyes en derechos humanos porque ni siquiera les dan una oportunidad de asilo o refugio para quedarse en México, porque les dicen que no de manera tajante, y los dejan en la frontera con Guatemala, con todos los peligros que eso conlleva”, explicó.

La activista señaló que en los recorridos que han realizado por Villahermosa han detectado que los expulsados son familias enteras con niños, lo que viola el interés superior de la niñez, ya que ni les dan una oportunidad de ser atendidos por el DIF.

“La ley dice que cualquier menor no debe ser detenido de ninguna manera, esté o no acompañado; estos menores no tienen contacto con las autoridades de Protección a la Niñez”, dijo.

Ya es una bomba de tiempo que comenzó a explotar en México, que es el único perjudicado. Es muy grave, ya que son solicitantes de asilo y las autoridades no están revisando las solicitudes
Eunice Rendón<br>Directora de Agenda Migrante

Otra problemática para el país, es la posible reactivación del programa “Permanece en México”, y que simplemente es la espera en nuestro territorio de las personas migrantes solicitantes de asilo que buscan protección en Estados Unidos, principalmente por razones de desplazamiento forzado, inseguridad en sus regiones de origen, pobreza o por desastres naturales.

Datos de organizaciones civiles detallan que de enero de 2019, fecha en que inició este programa, hasta su suspensión, en enero de 2021, se regresaron a la frontera mexicana a más de 60 mil personas a esperar sus procesos, mismos que hasta la fecha continúan abiertos.

Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante, dijo a este diario que “ya es una bomba de tiempo que comenzó a explotar en México, que es el único perjudicado, pero ya son tres problemas con los que tiene que lidiar México. Además, Joe Biden fue quien prometió reactivar el programa Permanece en México. Es muy grave, ya que son solicitantes de asilo y las autoridades no están revisando las solicitudes, aparte, muchos albergues en el norte están a reventar y ya no pueden recibir personas”.

Lo que es desafortunado es que más allá que EU expulse, los ayudan y aceptan en el territorio, aparte de que los ayudan a trasladarlos a la frontera sur con Guatemala. Ya no hay capacidades de atención que se está viendo en crisis en el norte
Soraya Vázquez<br>Subdirectora de Al Otro Lado<br>

La experta mencionó que EU busca la manera de sacar a los migrantes de su país por cualquier vía o programa, “y el único afectado es México, ya que vienen gobiernos y ponen y quitan programas, pero el objetivo es el mismo”.

Por separado, Soraya Vázquez, subdirectora de Al Otro Lado, dijo a La Razón que los principales afectados son los migrantes, ya que se violan de manera flagrante sus derechos humanos, además de que en México no hay capacidad de recibir a tantas personas.

“Lo que es desafortunado es que más allá que EU expulse, es que los ayudan y aceptan en el territorio, aparte de que los ayudan a trasladarlos a la frontera sur con Guatemala. No estamos en contra de recibirlos, pero ya no hay capacidades de atención, que se está viendo en crisis en el norte”, dijo.