Con cubrebocas, gel antibacterial como parte de sus útiles escolares, cubrebocas y hasta con gorras que incluyen una careta y guantes de látex se dio el regreso a las aulas de los alumnos del Colegio Williams.
En la entrada, profesores y personal operativo vacunado recibe a los estudiantes; el ingreso es pausado, con toma de temperatura uno por uno a cada estudiante por parte de personal médico, para permitir a cuenta gotas el acceso al colegio de los alumnos que llegaron uniformados en tonos azul marino y blanco.
Esta vez, la mayoría de ellos descendieron de los vehículos de sus padres sin prisa, porque al menos en el primer día de clases no hay las aglomeraciones típicas que se presentaban antes de la pandemia. No hay tráfico. Adentro, en los pasillos hay estaciones de gel antibacterial y señalización de protocolos en todo el colegio, que recuerdan mantener las medidas de sana distancia y el uso permanente del cubrebocas, además, habrá una desinfección diaria de los salones.
En las aulas se permiten de diez a quince alumnos en espacios bien ventilados, además, entre banca y banca se evita la posibilidad de un contagio; el modelo híbrido que implementó el Colegio Williams permite separar los grupos y dar clases presenciales los lunes y martes a una mitad, y los miércoles y jueves la otra, en tanto que los viernes serán híbridos, es decir, que mientras unos alumnos se presentarán a la escuela, otros estudiantes tomarán sus clases en línea.
Autoridades del plantel han instalado medidores de dióxido de carbono (CO2), que sirven para medir las partículas por millón de ese gas acumuladas en un lugar cerrado, que se presentan en los aerosoles que expulsa una persona cuando habla, además de dispensadores de gel antibacterial con termómetro incluido y máquinas sanitizantes.
El receso está dividido en tres para que el alumnado pueda salir a descansar al patio sin riesgo de contagios: los alumnos de primaria salen en el primer turno, a los de preescolar les corresponde el segundo, y finalmente, el tercero es para los estudiantes de nivel bachillerato.
Como parte del protocolo de seguridad e higiene, el personal médico y administrativo del colegio se encarga de realizar las medidas de CO2 y desinfección de las aulas tres veces cada 24 horas, todos los días. Acaban las clases y reinicia la sanitización.
Adicionalmente, el Colegio comprará pruebas rápidas de antígenos que se realizarán una vez a la semana de manera aleatoria a los maestros y otros de sus 400 trabajadores distribuidos en tres campus.
