Con calificativos como “represor” y “porro”, los dirigentes nacionales del PAN y del PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, se lanzaron contra el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres, de quien exigieron su renuncia por considerarlo responsable de la agresión que sufrieron alcaldes electos de oposición este lunes, a manos de supuestos granaderos de la Ciudad de México.
Los dirigentes panista y perredista arroparon —junto con diputados federales y locales— a los próximos funcionarios, al acudir a una conferencia de prensa ofrecida por los integrantes de la Unión de Alcaldías de la CDMX (UNACDMX), integrada por los alcaldes electos que representan a los partidos opositores a Morena, donde también solicitaron al Gobierno local ofrecer una disculpa pública por los hechos.
En su intervención, Cortés Mendoza manifestó que la agresión contra Lía Limón, alcaldesa electa de Álvaro Obregón, y contra el resto de los integrantes de la UNACDMX, representa también una agresión contra los ciudadanos que votaron por ellos. Y sostuvo que lo ocurrido fue una muestra de las intenciones del Gobierno local para concentrar el poder.
“Ya tuvo Batres su debut; tendría que tener su despedida”, exclamó Cortés Mendoza, en una conferencia de prensa organizada por la Unión de Alcaldías de la Ciudad de México (UNACDMX), que agrupa a los alcaldes electos de oposición.
Zambrano Grijalva expuso que los hechos de ayer afuera de la sede del Congreso de la Ciudad de México, en los que presuntamente policías capitalinos golpearon y dieron toques eléctricos a los alcaldes electos, le recordó al Halconazo del 10 de junio de 1971, cuando granaderos capitalinos reprimieron a estudiantes. “Batres se quitó la máscara y actuó como lo que es: un porro”, expresó el perredista.
“Junto con esto que acaba de manifestar Marko (Cortés), agregaría que el desagravio real, completo e inmediato debiera ser que la Jefa de Gobierno salga cuanto antes a expresar públicamente, además de la disculpa pública, la disposición para un diálogo inmediato con los alcaldes de la oposición”, añadió.
En la conferencia de prensa estuvo ausente el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, partido con el cual formaron alianza en las elecciones de junio.
Los nueve alcaldes electos de oposición reafirmaron que sólo buscaban el diálogo con diputados para mostrar su desacuerdo con las leyes que pretendían reformar y que, a su juicio, van en detrimento de los 4.5 millones de ciudadanos que habrán de gobernar, con menos facultades para las alcaldías.
“Enfrentan la derrota electoral con violencia y autoritarismo”, expuso Lía Limón, alcaldesa electa en Álvaro Obregón y una de las más afectadas por la agresión.
Sandra Cuevas, alcaldesa electa de Cuauhtémoc y vocera en turno de la UNACDMX, narró que los policías les comentaron: “Si pasan, nos los vamos a chingar”, y expuso que la instrucción a los policías provino de la Jefatura de Gobierno.
Para Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, se trató de un acto de “represión política”, pues “el Gobierno está más preocupado por bloquear a la oposición que por resolver los problemas de la ciudad”.
Santiago Taboada, alcalde de Benito Juárez, señaló que Batres no ha entendido que se tiene que gobernar con pluralidad y agregó que los actuales funcionarios deberán acostumbrarse a los nuevos tiempos de la ciudad.
“Morena es una historia de agravios y de decisiones de revancha en contra de los ciudadanos”, opinó.
DP & EASZ