De pie, firmes, hombro con hombro en las escaleras que llevan a la tribuna de la Cámara de Diputados, los legisladores del PRI, Alejandro Moreno, Miguel Ángel Osorio, Rubén Moreira y Augusto Gómez Villanueva formaron el primer bloque de contención tricolor de la nueva legislatura para obligar al secretario de Gobernación, Adán Augusto López a que detuviera su paso… y así, poder saludarlo.
Los priistas lograron su objetivo. El recién designado responsable de la política interior del país saludó a Moreira de mano, también a Gómez Villanueva, a Osorio Chong a la distancia, mientras que a Alito Moreno recetó unas fuertes palmadas en el hombro, mismo estilo que usó posteriormente con el perredista Miguel Ángel Mancera.
Hay fotos y selfies, momentos que Alito aprovechó para quitarse el cubrebocas, parece que va a decir algo, pero las palabras, duras contra el Presidente las guarda para cuando está en la tribuna, mientras Moreira posa para las fotos con el secretario de Gobernación, quien en cámara hiper lenta logra dar pasos cortos, intermitentes, ante el tsunami de cuerpos que buscan las selfies. Uno de ellos, es el diputado reelecto Erasmo González, ex presidente de la Comisión de Presupuesto de la pasada legislatura, quien se perfila para repetir en dicho cargo.
Una hora antes, en la Junta de Coordinación Política (Jucopo), a propuesta del líder de la bancada guinda, Ignacio Mier, se aprobó que el funcionario federal hiciera la entrega del voluminoso Tercer Informe de Gobierno en la Mesa Directiva y no, en el salón de Protocolo del edificio A, que está a unos pasos del pleno. La petición se aprobó con el ánimo de diluir las tensiones partidistas.
El salón de protocolo A es reducido, pero tiene historia. Allí estuvo el entonces mandatario capitalino, Andrés Manuel López Obrador el 7 de abril de 2005 haciendo antesala mientras el pleno, convertido en jurado de procedencia aprobó su desafuero.
Tras 16 años, el secretario Adán Augusto López llegó al mismo lugar del recinto legislativo de San Lázaro con la encomienda de entregar el Tercer Informe de Gobierno del Presidente López Obrador, a esperar en el mismo lugar a la comitiva de legisladores que lo acompañará a la tribuna.
En los dos años anteriores, la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero hizo entrega de los informes del gobierno de la 4T en el salón de Protocolo C, que se encuentra a unos 200 metros del pleno; ahora Sánchez Cordero espera la llegada de su sucesor en la Mesa Directiva, luego de haber regresado al Senado.
Como establece el reglamento, se conformó una comisión plural de seis legisladores para recibir al secretario de Gobernación que se diluyó en el pasillo ante diputados y senadores que brotaban entre las curules como experimentados paparazzis, tantos, como en los mejores tiempos de las cargadas; se abalanzan para lograr las selfies, como el morenista, Emmanuel Reyes Carmona.
A la par y como si fuera parte del operativo de seguridad “Diamante”, el senador Armando Guadiana se mantuvo siempre un metro adelante de Adán Augusto López hasta que lo interceptó para tomarse una foto con él sin quitarse el sombrero; cerca de ellos estuvo Federica Quijano, diputada del PVEM, exintegrante del grupo musical Kabah
Unos 18 o 19 minutos después de que el titular de Segob entró al salón del Pleno, tardó en tomar el micrófono junto al presidente de la Mesa Directiva para informar de la entrega del tercer informe de Gobierno.
Cuando bajó de la tribuna, lo recibió un efusivo senador del PVEM, Manuel Velasco, para completar una segunda ronda de frases, saludos, fotos, más y más selfies; un trato distinto para el líder del PT, Alberto Anaya quien trae un vendaje que va de la parte alta de la cabeza a la quijada: sólo un frío abrazo por encima del hombro.
A su paso, más priistas. El funcionario es cálido con el senador Manuel Añorve y saluda de beso a Claudia Ruiz Massieu, efusivo también con las legisladoras panistas Mariana Gómez del Campo, Kenia López Rabadán y Xóchitl Gálvez, con quienes tiene un intercambio de frases.
Hay caras conocidas para el titular de Segob, como los senadores, Mónica Balboa y Juan Manuel Fócil, ex correligionarios cuando estuvo en el PRD.
Adán Augusto López tardó menos de 60 segundos en dar su mensaje, sin embargo, en el reloj político, el aval de los legisladores para que el funcionario entrara a su espacio, se convierte en tiempo infinito que inicia por escuchar a los de enfrente.
- El dato: Desde 2008 se eliminó la obligación de que el Presidente de la República asista a la Cámara de Diputados para entregar el informe personalmente.