La madrugada del domingo, centenares de elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) realizaron un operativo para desintegrar la cuarta caravana migrante en la que resultaron lesionados tres elementos federales y varios extranjeros.
El operativo se realizó en la cancha municipal de Huixtla y en las calles aledañas, donde dormían cerca de 500 personas que pensaban llegar a la Ciudad de México. Sin embargo, los agentes de la Guardia Nacional y del INM arribaron después de las 5:00 horas para desarticular el grupo conformado, en su mayoría, por haitianos, venezolanos y cubanos.
En un posicionamiento ofrecido a La Razón, el Colectivo Observación y Monitoreo de Derechos Humanos refirió que cuando se realizó el operativo, la mayoría de los integrantes de la caravana se encontraban dormidos y algunos comenzaban a prepararse para reiniciar el recorrido. Indicó que los primeros detenidos fueron las mujeres y los niños, quienes no pudieron correr ante el avance de los agentes.
El colectivo mencionó que de acuerdo con los reportes de quienes acompañan la caravana, el operativo se realizó “no sólo sin consideraciones, sino con agresiones directas hacia quienes son desplazados forzosos.
“Los hombres sí pudieron correr, muchos al río, pero después se dio el enfrentamiento, hubo pedradas, todo, por eso hay varios lesionados, las cifras son inexactas y dudo que den a conocer los datos exactos”.
Señaló que además de los lesionados “lo que más preocupa es la separación de las familias, porque al dispersarse muchos se perdieron, entre los que hay varios niños, pero no se puede precisar cuántos.
“A pesar de los llamados a las autoridades, no han detenido las acciones de violencia y represión en contra de los migrantes y refugiados, después de tres caravanas no quisieron dar una respuesta positiva y la única que dieron fue la reacción a la cuarta caravana”.