Al menos 300 extranjeros de origen haitiano abarrotaron las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) en la Ciudad de México, para ingresar sus solicitudes de asilo y buscar quedarse en el país.
Desde las 06:00 horas de este jueves, los migrantes haitianos llegaron con documentos en mano, la mayoría integrados en grupos de familias de entre dos y cinco personas.
Con mochilas, recipientes con comida, café, sopas instantáneas y maletas con ropa, los extranjeros bajaban de taxis procedentes de hoteles de la zona centro de la capital.
“Los trajimos de las calles de Allende, nos abordaron de los hoteles de por ahí y llenamos tres autos”, dijo un chofer de taxi que se apresuró a bajar su equipaje de la cajuela.
Ecuador y México; el recorrido de un migrante haitiano en busca de oportunidades
Bertrand “N”, un hombre originario de Haití salió de Ecuador hace cuatro meses porque no obtuvo oportunidades de empleo, y llegó a Tapachula, Chiapas hace un mes para buscar trabajo. “La cosa es difícil en ese país, no hay oportunidad y nos discriminan por el color. Llegué a México con tres amigos y queremos quedarnos a trabajar”, dijo a este diario.
El migrante aseguró que su familia le manda dinero desde Ecuador, porque decidieron quedarse ya que su padre cuenta con empleo estable al estar regularizado. “Yo decidí venir porque siento que es mejor acá. Nos estamos quedando en un hotel barato porque necesitamos ahorrar para comida”, añadió.
Bertrand llegó a la capital hace una semana luego de abandonar Tapachula en un grupo de diez personas, de los cuales, algunos se quedaron en Querétaro, y los demás decidieron continuar con su trámite de refugio.
Migrantes esperan su turno en la entrada de la Comar
Con una temperatura de 12 grados, adultos y niños migrantes esperan pacientes que les llamen los encargados de la Comar que se encuentran organizando la entrada a sus oficinas. “No quiero doble fila, sólo una y en orden. Hagan caso por favor para que sea más rápido”, dijo un policía que con muchos esfuerzos se hacía entender entre la multitud.
Los migrantes haitianos entraron en conflicto con los policías que resguardan las oficinas, porque la falta de entendimiento por el idioma francés que hablan, no permitió organizar el trámite, por ello se limitaron a sentarse en banquetas, en el suelo y sobre los autos para llenar sus solicitudes de refugio con apoyo de personal de la dependencia que se encuentra en las afueras.
Algunos migrantes temen hablar porque piensan que si salen en algún medio les pueden rechazar su documentación, por lo que se limitan a voltearse y proteger su identidad.
EASZ