La falla en Facebook, Instagram y Whatsapp provocó escenarios semejantes al aislamiento e incluso miedo, ya que la mayoría de los usuarios comparten y resuelven gran parte de su vida en las redes sociales, por lo que desahogaron su sentir en plataformas como Twitter.
Paola, una joven emprendedora que tiene una agencia de marketing, asegura que la mayoría de pendientes y mensajes importantes tanto con sus clientes como con su equipo de trabajo los ve a través de Whatsapp, por lo que tuvo que hacer llamadas telefónicas algo que le genera ansiedad porque casi nunca lo hace.
Su caso no es exclusivo, ya que de acuerdo con diversos estudios, a 81 por ciento de los millennials les genera pánico hablar por teléfono.
Maria Elena Gómez, licenciada en Psicología clínica y social, asegura que debido a la inmediatez a la que estamos acostumbrados debido al Internet y los dispositivos móviles, hemos perdido habilidades de comunicación básicas.
“Los jóvenes principalmente se han visto afectados a la hora de expresar sus emociones, ya que ahora lo hacen casi todo el tiempo a través de un mensaje que puede incluir emojis, los cuales también han generado que se pierda la capacidad de gesticular”, explicó.
De acuerdo con la experta, las llamadas telefónicas generan pánico entre los jóvenes porque ya no están acostumbrados a enfrentar las emociones o reacciones de una persona con la que interactúan, además de que quitan tiempo y un Whatsapp es más rápido y directo.
Respecto al tema de la ansiedad que genera no tener el celular cerca, Abigail Tapia, maestra en psicoterapia, asegura que el no traer activo nuestro smartphone, nos genera miedo a quedar excluidos. La especialista explica que algunos psicólogos sociales comienzan a llamar esto como una Fobia, articulada como: FOMO.
“El hecho de no estar hiperconectado, implica psíquicamente en la actualidad, estar en riesgo de desvincularse de la tribu y pone en peligro nuestra supervivencia”, concluyó.