Por su localización geográfica, México es vulnerable a fenómenos naturales como sismos, inundaciones por lluvias y deslaves, entre otros, por lo que desde hace 55 años la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) puso en marcha el Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre: el Plan DN-III-E.
Este plan contempla los riesgos que pueden generarse ante cualquier situación de catástrofe creada por desastres naturales; es por ello que la Sedena, con el fin de apoyar y aminorar los daños y pérdidas humanas, tiene activados de manera permanente grupos especializados en diferentes áreas.
Entre éstas se encuentran: la búsqueda y rescate de personas con ayuda de binomios caninos; personal con traje de protección para manejar sustancias químicas y radiactivas que puedan resultar peligrosas; reconocimiento aéreo por parte de la Fuerza Aérea Mexicana, rescate de personas en media y alta montaña; Policía Militar; cuerpo de paracaidistas; personal médico; cocineros, así como personal de rescate, equipado con equipo para remover escombros.
Estos son algunos de los agrupamientos que están alerta, las 24 horas los 365 días del año, para enfrentar cualquier catástrofe natural que afecte alguna región del país.
“Tenemos trajes de seguridad, radiocomunicadores, detectores radiológicos y de algunos gases, pero lo más importante es que nos actualizamos constantemente, la preparación no termina” comentó el Teniente de artillería Juan Carlos, quien está a cargo de una unidad de respuesta a emergencias especializada en manejo de sustancias químicas y biológicas a La Razón.
La Fuerza Aérea Mexicana cuenta con diferentes aeronaves para atender emergencias, como una no tripulada, funciona con gasolina, alcanza los tres mil 500 metros de altura, tiene dos motores que le permiten hacer vuelos hasta de siete horas y es de fabricación nacional, que se utiliza para reconocimiento aéreo y evaluación de las áreas afectadas.
La Fuerza Aérea Mexicana colabora con transporte de equipo, personal y víveres en situaciones de emergencia, en tareas de rescate se utiliza la ayuda de la Policía Militar para resguardo de zonas afectadas, el equipo canino de búsqueda y rescate trabaja en coordinación con médicos y rescatistas para atender a civiles; el Plan DN-III-E funciona en conjunto para poder servir al país en situaciones adversas de decenas, cientos o miles de personas.
El despliegue de personal dentro del Plan DNI-III-E es variable y va desde los 700 hasta los tres mil efectivos, de acuerdo a la magnitud de la situación que se debe de atender; se tiene registro que desde el año 1996 el plan DN-III-E ha brindado ayuda humanitaria en 70 ocasiones a 26 países.
- El dato: El Ejército ha empleado el Plan DN-III-E en acciones de apoyo en la contingencia por el Covid-19, realizando labores sanitarias en hospitales militares y resguardo de vacunas.