El miedo de ir a una clínica, entre los motivos

Prevención del cáncer de mama: Baja 22% el número de mastografías a causa del COVID-19

Director de Salud Digna señala que durante el 2020 sólo realizaron 350 mil estudios contra el cáncer de los 440 mil que se esperaban; estiman que los daños importantes por esta situación se notarán a mediano plazo

Baja 22% el número de mastografías por Covid Foto: Especial

Durante la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de Covid-19, disminuyeron alrededor del 22 por ciento las mastografías y chequeos de rutina para descartar que las mujeres padezcan cáncer de mama o alguna enfermedad relacionada en la Ciudad de México, lamentó Juan Carlos Ordóñez, director de Salud Digna.

En entrevista con La Razón, explicó que durante el 2020, cuando el mundo padecía la etapa más severa de la contingencia, se realizaron alrededor de 350 mil mastografías, cuando se esperaba realizar al menos unos 440 mil estudios de este tipo, lo que significó una disminución “muy importante” en lo que se refiere a la prevención de la enfermedad.

“La pandemia de Covid-19, que todavía estamos viviendo, ha tenido importantes consecuencias en lo que tiene que ver con que, por miedo, por no salir, por no ir a una clínica, por todo lo que ha traído consigo el tema del Covid, muchos de los estudios que son clínicamente de prevención, como son la mastografía o el Papanicolau, de nuestras mujeres, son estudios en los que hemos visto una baja importante”, destacó.

En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, el especialista resaltó que esta falta de estudios, aunque todavía no se percibe porque ha pasado “muy poco tiempo”, es posible que tenga “afectaciones importantes” a mediano plazo, ya que se pierde la oportunidad de que una mujer pueda acceder a una solución o al tratamiento pertinente en caso de encontrar algún problema en una etapa temprana.

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“El año pasado hubo una baja bastante importante en el número de mastrografías que teníamos pensado realizar en nuestras mesas, que solemos ser muy precisos, en las que establecemos, porque conocemos cómo va evolucionando el tema, y creemos que lamentablemente esto seguramente va a tener consecuencias”, explicó.

Juan Carlos Ordóñez recordó que, en el caso específico del cáncer de mama, es importante realizar el chequeo a menudo, por lo que dejar de hacerlo un año, podría tener repercusiones al momento de brindar una atención oportuna en caso de padecerlo.

“Si hay un hallazgo anormal en una mastografía, pero es en una edad muy temprana, la paciente tiene posibilidades del 95 por ciento o incluso más, de una proporción mayor, de volver a tener una vida completamente normal, es decir, se soluciona con medios más sencillos y ya la paciente va a tener una vida más sana y saldrá adelante”, dijo.

En cambio, explicó, en los casos en los que se detecta la enfermedad de manera tardía, además de la gravedad de la enfermedad que afecta a la paciente, baja “muy rápido” el porcentaje de posibilidades de atención.

Esta disminución en la cantidad de estudios que se realizaron el año pasado, resaltó, “es muy entendible”, considerando el contexto de zozobra y temor al que los habitantes se enfrentaron; sin embargo, recordó que “el cáncer de mama no sabe de confinamientos y no sabe de pandemias; tenemos que seguir adelante, cuidándonos, pero realizando estos estudios”, explicó, pues aseguró que, a casi dos años de la crisis sanitaria, ahora que se conocen mejor los detalles de transmisión del Covid-19 y la manera de evitarlo, se debe aprovechar para reanudar la prevención de otras enfermedades.

“Necesitamos volver a tomar conciencia de todo lo que se ha avanzado en cambiar la mentalidad, que de estar concentrada en curar, ha pasado a ser de prevención, eso debe seguir”, externó.

El director del organismo invitó a las mujeres a realizarse una mastografía y hacerse chequeos regulares desde jóvenes, los cuales pueden hacerse en sus propios hogares y con las manos, pues recordó que esta enfermedad puede dar a cualquier edad, aunque tenga mayor prevalencia en las mayores de 40 años.