Activistas y expertos en migración aseguraron que niños, niñas y adolescentes no deben participar en ninguna caravana migrante, por lo que es urgente cuestionar a los organizadores si cuentan con seguridad para cuidarlos y no exponerlos a enfermedades o cualquier peligro que se presente en el camino.
Al menos mil 200 niños integran la caravana de tres mil personas que se dirige a la Ciudad de México desde Chiapas; sin embargo, en 80 kilómetros de recorrido varios menores ya presentan llagas, laceraciones, heridas en los pies e insolación.
En entrevista con La Razón, Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), dijo que los niños son parte de los procesos de movilidad humana, pero aclaró que los riesgos que tienen al estar en caravanas son la persecución, detenciones arbitrarias y quedar en manos del crimen organizado.
“Los riesgos son las persecuciones, detenciones y el crimen organizado, pero también puede no haber una adecuada protección a sus derechos por parte de las autoridades. El Estado tiene las capacidades para atenderlos, así como diseñar un plan de restitución”, explicó.
La experta mencionó que los éxodos son productos de la pobreza y la falta de un futuro, por ello hizo un exhorto para proteger a los niños, niñas y adolescentes, así como atender los flujos.
José María García, activista en Tijuana, Baja California, coincidió en que los representantes de las organizaciones no deberían llevar a menores.
“Las mujeres y los niños son los más vulnerables y pueden ser afectados, por ello nosotros decimos que los menores no deben participar en las caravanas migrantes. Los representantes de las organizaciones hacen estos movimientos para visibilizar su lucha, pero desde nuestro punto de vista no pueden arriesgarlos a sufrir enfermedades o situaciones de mayor riesgo”, subrayó.
El activista aseveró que es necesario cuestionar a los organizadores sobre la seguridad de los niños y mujeres, ya que el éxodo implica diversos retos que van desde la alimentación, las largas caminatas y el clima agreste de cada localidad.
“No prevén la seguridad de los niños, porque muchos presentan heridas e insolación desde este momento”, añadió.
José María García agregó que las autoridades federales deben coordinarse con los estados para atender a la caravana y estar al pendiente de lo que pasa con su recorrido.