La cifra oficial de migrantes desaparecidos en México de diciembre de 2018 a noviembre de este año, son 27, de acuerdo con cifras oficiales; sin embargo, expertos aseguran que existe un subregistro en la que estiman que sean cientos o hasta miles, y la falta de un censo que dimensione el problema agrava la situación.
De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, los migrantes con el estatus son 20 hombres y siete mujeres; mientras que las entidades donde más desaparecen son el Estado de México, Sonora, Ciudad de México, Hidalgo y Michoacán, todos en la principal ruta migratoria, que abarca desde Chiapas hasta Baja California.
Esta cifra contrasta con los datos que arroja el último reporte de abril pasado de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH), en el que señala que hay al menos dos mil indocumentados desaparecidos, cifra a la que llegó tras un conteo de denuncias de familiares realizados a diferentes organizaciones civiles.
Mientras que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asevera que desde 2014 el número llegaría a las tres mil 300 desapariciones.
Al respecto, Lucy Díaz del colectivo Solecito en Veracruz —estado que forma parte de una de las rutas migrantes— aseguró que el panorama por desaparición en México es difícil, porque no hay cifras reales que muestren el problema.
Si bien son miles los mexicanos que están con el estatus de desaparición, no hay una que diga cuántos son migrantes, porque no hay interés de las autoridades en el temaLucy Díaz, Colectivo Solecito en Veracruz
“Si bien son miles los mexicanos que están con el estatus de desaparición, no hay una que diga cuántos son migrantes, porque no hay interés de las autoridades en el tema”, agregó.
La activista mencionó que existe un subregistro que cuenta por miles a los migrantes desaparecidos, ya que al ser humildes y estar en otros países de Centroamérica, las familias no tienen la posibilidad de venir y denunciar.
“Por ello es complicado, hay subregistro y un vacío de información que tal vez no se conozca nunca. Hay personas que trabajan con familias de migrantes, pero es complicado porque ni ellos lo saben”, dijo Díaz.
(La ONU) recomendó a México que debía tener una cifra específica de migrantes desaparecidos, y hasta la fecha no se tiene, lo que es una deuda del Gobierno, ya que no se sabe la dimensión o magnitud de este problemaAna Lorena Delgadillo, Fundación para la Justicia
Agregó que si de por sí es complicada la identificación de los mexicanos una vez que se localiza un cuerpo, lo es más de un extranjero, porque no hay bases de datos ni informes para saber quiénes son.
Apenas el martes, la Secretaría de Gobernación (Segob) aprobó la creación de una mesa de búsqueda de migrantes para avanzar con la problemática, pero informó que el reto es la identificación de las personas, por lo que se trabaja en un protocolo.
Por separado, Ana Lorena Delgadillo, directora ejecutiva de la Fundación para la Justicia, señaló que no hay reportes concretos sobre la desaparición, lo que es una deuda del Estado, ya que en reiteradas ocasiones lo han denunciado ante el Comité de Desaparición Forzada de la ONU.
Hay miedo a denunciar, debido a que la gente sabe que no les harán caso, “por esta razón, en lo que a desaparición forzada se refiere, los registros y subregistros oficiales siempre estarán muy abajo de la realidadCelia Medrano, Activista salvadoreña
“El Comité recomendó a México que debía tener una cifra específica de migrantes desaparecidos, y hasta la fecha no se tiene, lo que es una deuda del Gobierno, ya que no se sabe la dimensión o magnitud de este problema”, explicó.
La experta mencionó que organizaciones en El Salvador tienen registro de por lo menos 450 personas desaparecidas, en Honduras hay 500 denuncias, y en Guatemala por lo menos 200, que es sólo una parte.
“Evidentemente las cifras oficiales no corresponden a lo que pasa realmente en el país, por ello esperamos que la nueva mesa aprobada en Gobernación ayude a encontrar personas, mecanismos de comunicación con Centroamérica, El Caribe y Estados Unidos, así como bases de datos confiables”, explicó.
Además, comentó que ya existen registros genéticos en países de Centroamérica, pero falta voluntad de la Federación para trabajar de manera conjunta y que se acerquen esas bases de datos, para avanzar en la identificación.
Mientras que Celia Medrano, activista de El Salvador, comentó que en la región hay un grave subregistro, además que hay miedo a denunciar, debido a que la gente sabe que no les harán caso, “por esta razón, en lo que a desaparición forzada se refiere, los registros y subregistros oficiales siempre estarán muy abajo de la realidad”.