Virólogos del país aseguraron que es difícil contar con una vigilancia epidemiológica eficiente para detectar la entrada de más casos de la variante Ómicron en el país, toda vez que no hay suficiente control en las fronteras norte y sur, además se suma el arribo de migrantes irregulares en estados como Chiapas, que tienen muy baja vacunación.
En entrevista con La Razón, Alejandro Sánchez Flores, investigador biomédico e integrante del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica, explicó que en las fronteras no hay suficiente control para la entrada de las personas, ya que falta coordinación entre la Federación y los estados para la detección de casos.
“Estamos intensificando la búsqueda en los estados del norte y los del sur, además que otro de los riesgos es la entrada irregular de migrantes, así como la poca vacunación en las entidades del sur. Si llegas a la Ciudad de México hay un blindaje, pero en el sur hay más vulnerabilidad, pero en el norte el flujo es más intenso con más casos de Ómicron”, explicó.
El experto detalló que el problema en las fronteras es que para entrar al país, no piden requisitos, sea de forma legal o ilegal.
“Debe ser un trabajo conjunto del Gobierno federal entre sus dependencias y los estados. Realmente es difícil tener una vigilancia epidemiológica eficiente, y por esta razón es inminente la entrada de más casos de la variante”, destacó.
De enero a octubre de 2021, la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) reportó la detención de 192 mil 922 migrantes irregulares de Centroamérica, además de 22 mil 852 del Caribe, ocho mil 371 de América del Sur y mil 381 de África.
El estado de Chiapas lidera las capturas irregulares con 67 mil 376, seguido de Tamaulipas con 27 mil 273, de acuerdo con la dependencia federal.
Por separado, José María Ramo, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef) aseguró que sí hay un riesgo de que personas de Centroamérica, el Caribe o África transporten la variante Ómicron, debido a que no hay un filtro sanitario en Chiapas que detenga los pasos diarios.
“No hay medida ni evaluación en el sur, y por ello se hace más difícil encontrar la variante, a pesar de que en países como Guatemala haya un proceso de vacunación constante, ya que los migrantes que provienen de África llegan a través de redes de tráfico a Ecuador y Panamá, aparte de que se trasladan por tierra escondidos en camiones, aventones o por otros medios hasta Chiapas, donde entran sin la mayor vigilancia”, explicó a este diario.
A ello se suman, dijo, las personas de Centroamérica que no han sido vacunadas y que están entrando por centenas diariamente por el Río Suchiate en Chiapas, mismas que son un peligro.
El experto detalló que es muy fácil que el virus se traslade entre países, porque no existen protocolos de revisión, lo que pone en peligro a las ciudades y a sus habitantes. “En Estados Unidos ya están mencionando más restricciones para las personas de África, sobre todo para los que piden asilo, y ellos, son los que tal vez se queden en la frontera norte a esperar; eso también se debe analizar”, añadió.
Rodrigo Jácome, virólogo de la UNAM, mencionó que el riesgo está latente, porque en los países de Centroamérica no hay infraestructura sanitaria que detecte a tiempo los casos de la variante, lo que se suma a la falta de vigilancia en la frontera sur, lo que hace un verdadero problema.