Con dos años de atraso, el Senado eligió a nueve integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que, señaló, deberán consolidar a este órgano constitucionalmente autónomo.
Con el respaldo de 87 votos, es decir, mayoría calificada, fueron avalados los nueve integrantes del Consejo, luego de que en noviembre de 2019 renunciaron los entonces consejeros, en protesta por la designación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta del organismo autónomo.
Los designados para formar parte del Consejo Consultivo, elegidos de entre 27 candidatos, son: Tania Espinoza, Mauricio Ibarra, Gloria Ramírez, Adal Méndez, María Torres, Ángel Trinidad, Jorge Saavedra, Bernardo Romero y Georgina Diédhiou.
En la sesión, la priista Claudia Anaya recordó que el Consejo Consultivo de la CNDH se vio afectado por la imposición de Rosario Piedra Ibarra.
"Hay que recordar que todo el Consejo renunció a la actual presidenta, salvo una consejera. Pero, en el primer momento por la turbia elección que tuvimos aquí en el Senado, una parte del Consejo se fue y después denunciando abusos de poder en la institución se fue otra parte del Consejo".Claudia Anaya
Anaya señaló que era importante renovar este órgano de acompañamiento y demandó a la titular de la CNDH que se deje arropar por esta calidad de especialistas que están comprometidos con el apoyo a las víctimas.
La senadora Kenia López Rabadán, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, detalló que el Consejo Consultivo de la CNDH es el responsable de, establecer los lineamientos generales de actuación de la institución, aprobar reglamento interno, aprobar normas internas, opinar sobre el informe anual de actividades y sobre el presupuesto, así como conocer el informe sobre el ejercicio presupuestal.
Destacó que todas las personas que fueron nombradas satisfacen el perfil del Consejo Consultivo de la CNDH, porque con su experiencia podrán reforzar y consolidar a este organismo constitucionalmente autónomo.
"Garantizan experiencia, independencia, imparcialidad, probidad, interlocución con la sociedad y con los poderes públicos, así como cercanía con las víctimas y una perspectiva adecuada sobre los trabajos de la CNDH".Kenia López Rabadán
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