EU y México deberían dar marcha atrás a plan, señala

Human Rights Watch: Una aberración programa Quédate en México

Human Rights Watch calificó el reinicio de Quédate en México como “una aberración”; de nueva cuenta, refirió, se expondrá a los migrantes solicitantes de asilo a riesgos como secuestro, extorsión, violación sexual…

Centroamericanos buscan llegar a Estados Unidos vía México.. Foto: Cuartoscuro

La organización Human Rights Watch calificó el reinicio del programa Quédate en México como “una aberración”, debido a que de nueva cuenta se expondrá a los migrantes solicitantes de asilo a riesgos como secuestro, extorsión, violación sexual y demás abusos.

A través de sus redes la organización internacional dijo que si bien la administración que encabeza Joe Biden ha realizado modificaciones al programa, es difícil creer que las agencias gubernamentales respeten los derechos humanos de las personas.

Ari Sawyer, investigadora fronteriza en Human Rights Watch, destacó que en el marco del programa Quédate en México, Estados Unidos y México han adoptado medidas a sabiendas de que ponían en riesgo la vida de miles de solicitantes de asilo.

“No hay forma de que un programa diseñado para postergar el derecho a solicitar asilo obligando a las personas a esperar en sitios peligrosos, pueda operar de modo que respete sus derechos. Los gobiernos de Estados Unidos y de México deberían dar marcha atrás de inmediato”, aseveró.

Estados Unidos comenzó a inscribir a las personas a partir del pasado 6 de diciembre, con el objetivo de que los migrantes que soliciten asilo esperen en la frontera mexicana hasta que se resuelva su trámite en al menos siete ciudades.

Human Rights Watch detalló que el programa no toma en cuenta que muchas de las personas que fueron enviados a México en ocasiones pasadas son blancos sistemáticos de violencia por parte de grupos criminales, policías y agentes fronterizos.

Además de que el programa agudizó las fallas que ya tenía el sistema de tribunales de migración estadounidense, incluyendo la falta de acceso a asesoramiento jurídico, obstáculos a la representación legal, falta de transparencia y garantías legales limitadas.

Otro de los problemas es que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos envió a personas que no hablaban español, lo que dificultó su estancia, búsqueda de trabajo, además que fueron discriminados.

fgr

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