El año que termina se recordará por la acentuada crisis migratoria que tuvo lugar en México, donde no sólo se reventó la frontera con Guatemala por el ingreso de miles de indocumentados, sino que la cifra en las solicitudes de refugio a nuestro país sobrepasó con creces el número que se registró en 2020, y aún más, superó lo acontecido en 2019 con la presión que ejerció Donald Trump sobre el tema.
A diferencia de la tradicional migración centroamericana, los viajeros de origen haitiano abarrotaron la frontera sur, debido a que en países como Chile, Ecuador o Brasil aumentaron las restricciones para regularizar a los migrantes que salieron desde 2010 de ese país por los terremotos y el constante aumento de la pobreza.
Los haitianos decidieron comenzar su éxodo a EUs vía México, ya que éste nunca cerró las fronteras a la migración, por ello, cientos de personas arribaron de manera irregular con sus hijos, quienes aunque tienen nacionalidad de esos países, según sus padres eran considerados como ciudadanos de segunda, sin derechos ni beneficios. Por ello, salieron de Sudamérica en busca de una nueva vida.
De acuerdo con cifras oficiales de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), de enero a noviembre de 2021 hubo 123 mil 187 peticiones de refugio, un aumento de 240 por ciento respecto a 2020, cuando se presentaron 36 mil 230; y de 84 por ciento sobre 2019, el año sin pandemia, en el que hubo 66 mil 975 solicitudes, todas en el mismo periodo.
Pobreza, violencia y falta de oportunidades en países de Centroamérica son las causas que motivaron el alza de peticiones, según expertos consultados por La Razón.
Para la directora de Agenda Migrante, Eunice Rendón, de no controlarse esta situación, no habrá manera de que las solicitudes disminuyan, al contrario, subirán aún más.
“Ya superamos por mucho el 2019, que fue el año histórico, y lo preocupante es que vamos a llegar tal vez a cien mil, además, la Comar cada vez tiene menos recursos para solventar la situación en torno a las peticiones. No se da abasto de lo que está pasando, sobre todo en la frontera sur, de ahí vienen las protestas de los migrantes en Chiapas”, destacó.
José María Ramos, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), aseguró que es necesario cambiar las políticas de atención a los migrantes para no afectar su condición, pero aclaró que México debe estructurar de mejor manera sus procesos para evitar tardanza en sus respuestas.
“Hay un grave problema en la frontera sur de México, el acceso no es fácil, lo que se ve también impactado por lo que pasa en Estados Unidos. En Latinoamérica hay mucho flujo de migrantes y el país está aceptando a personas de Afganistán, por ello debe estructurar bien su política. Los migrantes en México protestan por la falta de respuesta, porque necesitan regularizarse para trabajar y desarrollarse”, explicó.
Ana Sainz, de Sin Fronteras, detalló que mientras no se arreglen las condiciones de vida en el Triángulo Norte de Centroamérica, la situación persistirá, lo que se traduce en los éxodos hacia México, principalmente desde Honduras y Haití en los últimos meses.
“La situación en Centroamérica no cambia, cada vez es más difícil y preocupante que las personas tengan que migrar para tener una mejor oportunidad de vida”, aseveró.
Los expertos coinciden en que la peor cara de la migración es la niñez, que siempre es la más afectada.
En este escenario, la Comar se enfrentará a otro reto el próximo año: el presupuesto. En 2022, el organismo contará solamente con un millón de pesos más de los que se le asignaron este 2021, es decir, 1.6 por ciento, al pasar de 47 a 48 millones de pesos, lo cual será un reto para terminar y avanzar con las solicitudes rezagadas.
Andrés Ramírez, director de la Comar, avizora un pico en las llegadas de migrantes de Haití y Honduras, principalmente, y porque los problemas que originan la migración persisten.
A eso se agrega que un porcentaje de los que inicialmente buscan el sueño americano, ya no tienen intención de llegar a Estados Unidos, sino que buscan oportunidades laborales y de desarrollo en nuestro país.
“Sin duda seguirán al alza las solicitudes de haitianos, aparte que esperamos que sigan llegando los de Chile, Ecuador y Brasil, porque este año ya rebasamos las 120 mil y esperamos llegar hasta las 140 mil”, aseveró.
La esperanza es el apoyo que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) anunció para 2022 de 60 millones de pesos, aproximadamente, y que será para la contratación de personal.
Para Ramírez, la acción de Acnur será clave para terminar los trámites pendientes en las solicitudes de refugio. Además, se espera la fusión con la Comisión de la Frontera Sur de la Secretaría de Gobernación (Segob) para contar con más recursos y personal: “en 2022 se vienen tiempos igual de difíciles”.
- El dato: En diciembre se reactivó la política de EU Quédate en México, que obliga a solicitantes de asilo a permanecer aquí mientras las cortes de ese país deciden si les dan refugio.