Primero, el deber

Personal médico atiende sin tregua emergencias en Nochebuena; "cansados, pero sin miedo"

En la víspera de Navidad, el personal médico no abandona sus deberes; sin tregua, atienden las emergencias que se presentan durante la jornada de Nochebuena

Personal médico ingresa a un hombre al área COVID-19 del Hospital General de México
Personal médico ingresa a un hombre al área COVID-19 del Hospital General de México Foto: Archivo Cuartoscuro

A casi dos años de que se registró el primer caso de COVID-19 en México, integrantes del personal médico que han estado enfrentado en la línea de batalla la pandemia, aseguran que llegan a esta Navidad del 2021 cansados, pero con menos miedo debido a que ya están vacunados contra el virus que aún azota al mundo.

Doctores, residentes y enfermeros de los hospitales de la Zona Metropolitana del país, compartieron con La Razón cómo se vive la Nochebuena dentro de los centros de salud, así como su sentir durante estas fiestas decembrinas en la que les toca estar alejados de sus seres queridos para atender las emergencias que no dan tregua ni ésta, ni ninguna otra noche del año.

Isaac Jiménez, médico urgenciólogo residente del Hospital General de México “Doctor Eduardo Liceaga”, aseguró que ya le ha tocado trabajar en varias ocasiones durante los festejos decembrinos, por lo que es muy común que entre los compañeros del área se organicen para llevar cada quien un platillo típico y darse el tiempo de convivir.

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“Buscamos un tiempo para cenar, aunque es difícil porque siempre falta alguien, no podemos reunirnos todos a la vez, ya que debemos estar atentos con los pacientes que llegan”, dijo.

Isaac recordó una ocasión en la que el 31 de diciembre a él y a otro de sus compañeros les tocó justo antes de comenzar a cenar, atender a un paciente que iba en estado muy grave.

“Esa noche cayó un paciente en paro y tuve que ir a reanimarlo, fue una situación triste porque no pudimos sacarlo y murió justo cuando empezó el nuevo año; se escuchaba como la gente estaba tronando cohetes afuera, mientras nosotros tratábamos de resguardar la vida de un paciente”, recordó.

Respecto a la situación de COVID-19, platicó que este año se siente más tranquilo ya que los casos han bajado y las personas están vacunadas, pero que aun así ha sido muy cansado enfrentar la pandemia.

“Fue un año muy difícil y ha sido agotador, tengo compañeros que aún no toman descanso. Cuando sentí más miedo fue a mediados de la pandemia al ver cómo la gente llegaba, todos a Terapia Intensiva por la misma situación del COVID, misma que era difícil de creer porque en una semana velaban al padre y de repente ya fallecía alguien más de la misma familia y te preguntabas cómo era posible; me tocó ver varios casos similares, llegaban y morían. Además sentí mucho miedo e impotencia de no poder ayudar a las personas porque el virus aún era desconocido para todos, fue muy devastador”, afirmó.

El médico residente invitó a las personas a que se sigan cuidando y si van a reunirse con sus familiares, lo hagan con sana distancia. También afirmó que trabajar en estas fechas, no es difícil ya que lo hacen con gusto.

“Algo que nos enseña la medicina, es que no sabes cuándo te tocará una guardia, o cuándo no podrás asistir a algún evento familiar. Esto requiere mucho del compromiso por parte del médico y sin embargo lo afrontamos, nos gusta hacer nuestro trabajo creo que vale la pena estar ahí en una fecha importante porque sabes que está haciendo tu trabajo, es algo por lo que tu decidiste estar ahí”, expresó.

Miguel Galaviz Belmonte, enfermero general en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) relató que el año pasado le tocó trabajar atendiendo pacientes enfermos de COVID, por lo que la noche de Navidad estuvo muy movida, aunque dijo que en esta ocasión cree que la afluencia estará un poco más baja.

“El año pasado convivimos de manera muy esporádica y controlada por la situación en la que se encontraba la pandemia, pero este año ya es más normal por así decirlo, ya nos sentimos más libres en ese sentido, los compañeros nos vamos a organizar para traer un platillo o comprar la cena de Navidad, eso sí con sana distancia, con cubrebocas y medidas de higiene, porque la emergencia sigue”, afirmó.

El enfermero recordó que al principio de la pandemia, la seguridad era extrema, además de que la incertidumbre de no saber qué iba a pasar derivó en situaciones de estrés. “No es fácil porque traes dos uniformes, una bata desechable, bata quirúrgica, dos pares de guantes, además del cubrebocas, los goggles, el gorro y las botas; es como si estuvieras en una película de terror, te estresa que los pacientes están mal.

Actualmente ya está más controlado y el hospital nos ha ayudado para capacitarnos para estar al frente de pacientes críticos, entonces creo que ha disminuido un poco el hartazgo porque ya estamos más preparados”, afirmó.

También dijo que “es complicado pasarla lejos de la familia durante las fiestas, pero el hospital es una segunda familia, más allá de eso, saber que estás cuidando a un paciente que también podría estar con su familia, pues eso no tiene valor, porque es muy importante”.

Edhier Robles Mendoza, quien trabajó un año como jefe de médicos internos en el hospital Issemym de Ecatepec, coincide en que la satisfacción de ayudar a las personas es más importante que las celebraciones.

“Sí se extraña estar con tus seres queridos en estas fechas, pero hay una segunda familia que son los compañeros del trabajo, no estás solo, aunque la realidad es que ver la satisfacción de un paciente, o de los familiares de ese paciente al que atendiste es muy bonito”, dijo.

“Sí me ha tocado trabajar en Navidad y no es un ambiente tranquilo como se piensa porque siempre hay trabajo, antes de disfrutar nosotros, tenemos que ver la salud del paciente. A veces el hospital nos da cena y en otras ocasiones nosotros la compramos”.

Edhier expresó que el miedo al contagio era muy fuerte al principio de la pandemia, pero que ahora ha bajado un poco, aunque siguen alerta.

“Siempre está ese miedo de contagiar a alguien más, alguna persona de tu familia con enfermedades graves, ese siempre fue mi miedo. Ahora a pesar de que hay vacuna siempre, pues sigue existiendo esa posibilidad de contagiar a alguien más”, afirmó.

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