El asesinato de la activista Ana Luisa Garduño, además de “evidenciar la descomposición social y la incapacidad del gobierno de Morelos”, generó temor entre integrantes de colectivos en la entidad, quienes consideran al hecho una amenaza contra su labor por exigir justicia y cuentas claras al gobierno encabezado por Cuauhtémoc Blanco.
Angélica Rodríguez, integrante de Regresando a Casa Morelos, dijo a La Razón que el llamado es para exigir justicia por Ana Luisa y por la hija de ésta, Ana Karen Huicochea, quien fue asesinada por su pareja en el 2012, hecho por el cual su madre emprendió una lucha para que el crimen no quedara impune.
También refirió que el llamado es por su seguridad, pues señaló que se siente amenazada, ya que esto “es como un mensaje de a ver quién sigue… No sabemos si es un mensaje para todas, para los otros colectivos”.
Ante la situación, pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador que “mire a Morelos, porque necesitamos de su apoyo… Ya basta, ya estamos cansados de que muchas madres y personas que están luchando por obtener justicia, pues lo único que obtengan es la muerte”.
Por su parte, Francisco Radilla Corona, vocero del Colectivo Cuernavaca “Profesor Isaías Cano Morales”, refirió que, aunque este asesinato representa una amenaza, no detendrán sus labores, a pesar de las “consecuencias que se puedan desprender”, pues el estado atraviesa momentos que ameritan “alzar la voz”.
“Estamos siendo gobernados por un hombre que no tiene conciencia de lo que implica servirle a un pueblo… Esto da pie a exigir a los tres poderes para que se garantice que los líderes sociales sigan trabajando con sus derechos fundamentales, como la libre expresión.”
Dijo que el asesinato de la activista no es un caso aislado, sino que es parte del recrudecimiento de la violencia y la muestra de que los líderes políticos están expuestos “a la amenaza permanente del crimen organizado e, incluso, de gente que está dentro de la política”.