Miguel Ángel Ramírez, estudiante de tercer semestre de la licenciatura en Composición Musical de una universidad privada, se dio de baja debido a la situación económica de su familia.
“Tomamos la decisión, porque mi papá se quedó sin trabajo y el negocio de mi mamá cerró debido a la pandemia, entonces comenzó a complicarse y nos pareció imposible pagar la colegiatura, con todo y que yo tenía beca de 80 por ciento”, relató.
A casi dos años de que la pandemia de Covid-19 comenzó en México, el sector educativo se ha enfrentado a la deserción escolar en todos los grados, incluido el nivel superior, como efecto de la emergencia sanitaria.
La crisis provocó que Miguel Ángel, de 22 años, dejara la escuela y se inscribiera en el programa gubernamental Jóvenes Construyendo el Futuro, diseñado para quienes no tienen oportunidad de estudiar.
“Estoy esperando que las cosas mejoren para poder regresar a la escuela, porque además, mi carrera es muy técnica y sentía que estaba pagando por no aprender nada; no es lo mismo estar atrás de una pantalla que en las instalaciones con todos los instrumentos que se necesitan. Por el momento me metí al programa de becarios y me colocaron en una agencia como ayudante administrativo”, dijo a La Razón.
Mi papá se quedó sin trabajo y el negocio de mi mamá cerró debido a la pandemia, entonces comenzó a complicarse y nos pareció imposible pagar la colegiatura, con todo y que yo tenía beca de 80%Miguel Ángel Ramírez, Exalumno de música
Como el caso de este joven, muchos otros se replican, aunque con motivaciones diversas.
Alexia Sánchez, estudiante de primer semestre de la carrera de odontología en la UNAM, decidió darse de baja temporal el año pasado porque sentía que no estaba aprendiendo lo necesario.
“Cuando me quedé en la carrera que quería me emocionó mucho, pero después de unos meses de clases a distancia, me pareció que no estaba adquiriendo las habilidades que voy a necesitar en mi vida profesional y tomé la decisión de darme de baja, no puedo ser dentista tomando clases en línea”, aseguró.
Las pocas cifras disponibles sobre el impacto del Covid-19 revelan que la matrícula de alumnos de nuevo ingreso disminuyó ocho por ciento durante la pandemia en México.
En el ciclo escolar 2019-2020, entraron a su primer semestre de universidad un millón 409 mil 386 alumnos, número que bajó en el periodo de 2020-2021, cuando se inscribieron un millón 291 mil 677 estudiantes de nuevo ingreso; es decir, 117 mil 709 personas menos que en el periodo de inscripciones anterior a la pandemia, de acuerdo con el portal de transparencia de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Datos oficiales no existen, ni estudios que revelen cuántos estudiantes de licenciatura y posgrado a nivel nacional desertaron, explicaron expertos consultados por este diario.
Estimamos que el año pasado, en 2021, fue el pico más alto de los que abandonaron la universidad, ya que 160 mil a nivel nacional son los que entre agosto y diciembre ya no se reinscribieronAlejandro Enríquez, Director de Humanidades, Universidad La Salle<br>
Alejandro Enríquez, director de la Facultad de Humanidades de la Universidad La Salle, explicó que, por lo menos, 160 mil alumnos de licenciatura y posgrado han abandonado la escuela en este tiempo de pandemia en el país.
Detalló que el sistema educativo está conformado por 36 millones de alumnos, de los cuales cuatro millones son de educación superior, desde licenciatura hasta doctorado.
“Estimamos que el año pasado, en 2021, fue el pico más alto de los que abandonaron la universidad, ya que 160 mil a nivel nacional son los que entre agosto y diciembre ya no se reinscribieron”, dijo.
El experto avaló las cifras que proporciona la ANUIES, ya que, afirmó, el impacto mayor se ha visto en los jóvenes que terminan la preparatoria y ya no se inscriben a la universidad, así como los alumnos que iban en los primeros semestres de la carrera.
“La mayoría son jóvenes de 18 años en adelante, muchos prefirieron incorporarse a la vida productiva para ayudar a sus familias, porque con la crisis que vive México, para las personas la prioridad está siendo la economía”, acentuó.
No creo que la consecuencia sea que nos quedemos sin profesionistas, lo que preocupa es que no sabemos con qué habilidades van a egresar estos jóvenesAlma Maldonado, Investigadora del Cinvestav-IPN
Agregó que, en el caso de las universidades privadas, entre ocho y 12 por ciento de los alumnos se ha dado de baja temporal, pero en la mayoría de los casos no regresan.
“Son múltiples factores, desde la situación económica hasta la psicológica, porque hay estudiantes que debido al encierro y la pandemia han pasado por episodios personales complicados que les impiden continuar con sus estudios”, resaltó.
Alma Maldonado, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, aseguró que es importante que el Gobierno federal y las instituciones educativas hagan una investigación en la que se pueda estudiar a fondo el impacto que ha tenido la pandemia en los estudiantes universitarios, ya que hasta el momento no hay datos oficiales.
“A la generación de la pandemia le tocó adaptarse a todos estos esquemas en línea que no estaban bien implementados y han tenido que irse acoplando a la educación de esta manera; lo que es preocupante es que no sabemos el impacto que tendrá, por ejemplo, en los estudiantes que eligieron profesiones como la medicina, en las que la práctica es esencial para el desarrollo”, dijo.
La especialista aseguró que este año empezarán a verse los estragos que ha dejado la pandemia en los universitarios, tanto en la deserción escolar como en el rezago académico.
“No creo que la consecuencia sea que nos quedemos sin profesionistas, lo que preocupa es que no sabemos con qué habilidades van a egresar estos jóvenes”, advirtió.
También dijo que “las autoridades educativas tienen que pensar en un plan de apoyo que evalúe todas las consecuencias, desde las socio-emocionales, que son tan importantes en esta etapa universitaria, hasta las académicas”.
- El dato: El Consejo de Educación Superior en La Laguna estimó que entre 8 y 10% de los alumnos dejó las aulas para irse a trabajar.