5 acciones por el agua

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Hace algunos días se desató una polémica acerca de las tarifas del agua en nuestra Ciudad. El acceso al agua es un derecho humano, un bien indispensable para la vida; su saneamiento, es decir, el conjunto de acciones necesarias para retirar los contaminantes que ponen en riesgo a la población y al medio ambiente, también lo es. El agua debe estar disponible para todos.

Los retos de llevar agua potable a todos los puntos donde la ciudadanía habita y una vez utilizada, tratarla para no contaminar o reutilizarla, son cada vez más complejos. Los gobiernos hacen un esfuerzo enorme para cumplirlos, pero en este, como en otros grandes desafíos, la tarea más importante es la de la ciudadanía.

Solemos cuidar más aquello que más nos cuesta, restando valor a aquello que asumimos abundante. Por ello, se infiere que al pagar tarifas más altas por el agua, existiría una mayor conciencia de su cuidado y uso eficiente. Datos difundidos por la OCDE refieren que México es uno de los países con las tarifas más bajas por este servicio. La infraestructura y la energía necesaria para transportarla de la fuente de abasto al punto de consumo, y posteriormente para su saneamiento, tienen un costo mayor al precio que en muchas ocasiones se paga por ella, margen que es cubierto con los subsidios que el Gobierno de la Ciudad otorga.

Más allá de la polémica local relacionada con la tarifa que deberíamos pagar por ella, existen una serie de acciones que resultan urgentes de implementar en la búsqueda de una gestión adecuada del agua. A continuación algunas de ellas:

1. Es urgente aprovechar al máximo la lluvia que cae sobre la Ciudad de México, misma que con un tratamiento sencillo es susceptible de ser potable. Esto permitiría quitar una presión importante a las fuentes tradicionales de abasto, los mantos acuíferos y los cuerpos de agua. Además, el contener la lluvia que cae en nuestros techos, permitiría evitar que el agua se sume, corra, destruya y provoque inundaciones.

2. Prioritario es lograr que todas las tomas de agua en nuestra Ciudad cuenten con un medidor, que permita el registro del consumo del usuario; medir es el primer paso para valorar.

3. Fortalecer las campañas de comunicación que promueva el uso eficiente del agua, buscando elevar la conciencia y eliminar el desperdicio.

4. Utilizar agua tratada en los escusados y mingitorios de nuestra Ciudad. No es necesario alimentar estos muebles de baño con agua potable, que resulta indispensable en zonas donde es escasa.

5. Fortalecer las acciones para reparar fugas al interior de las viviendas y en las redes de distribución que permiten llevar el agua a las mismas, evitando así la pérdida de una gran cantidad de litros.

Con el paso del tiempo, el crecimiento poblacional y su dispersión en el territorio, el reto de suministrar agua suficiente para todos se complicará aún más. El Gobierno de la Ciudad de México ha hecho un extraordinario esfuerzo por gestionar adecuadamente el agua y dotar a cada capitalino del agua necesaria; sin embargo, cuidarla y preservarla, es tarea de todos.

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