La saturación hospitalaria que se vivió como efecto del Covid-19 hizo que en 2021 México registrara una disminución de 36.4 por ciento en el número de trasplantes de córnea, hígado, riñón y corazón, en comparación con los realizados en 2019, señalan registros de la Secretaría de Salud (SSa).
De acuerdo con el portal de transparencia, el Gobierno reportó que un año antes de la pandemia se realizaron seis mil 961 trasplantes, para 2020 se registraron 2 mil 303 operaciones y para 2021 se realizaron cuatro mil 421.
“En el año 2021, la emergencia sanitaria en México relacionada con el virus SARS-CoV-2 continuó afectando los programas de donación y trasplantes; sin embargo, hubo una clara recuperación a nivel nacional, producto de la operación del plan de reactivación y el gran esfuerzo de los recursos humanos en las instituciones de salud, así como de los centros y consejos estatales de donación y trasplantes, tendencia que, aunque lenta, se ha conservado a lo largo de este tiempo”, indicó la dependencia en un reporte con corte a diciembre del año pasado.
En este sentido, la propia SSa aseguró que ya trabaja en la recuperación a nivel nacional, con la operación de un plan de reactivación en el que se reconvirtieron los hospitales Covid para atender los demás padecimientos que hay en el país.
De manera detallada, el reporte refiere que en el caso de trasplante de córnea, en 2019 se llevaron a cabo tres mil 766 trasplantes, mientras que en 2021 fueron dos mil 290, 39.19 por ciento menos.
En los procedimientos de riñón se observó una disminución de 32.9 por ciento al reducirse el número de operaciones de dos mil 939 en 2019 a mil 971 en 2021.
En entrevista con La Razón, Luis Alberto Peña, jefe del área de trasplantes del IMSS, aseguró que en 2020 tuvieron que suspender los procedimientos debido a que los pacientes que requieren un órgano son personas inmunodeprimidas, por lo que era un riesgo exponerlos a un posible contagio.
“Nuestros pacientes sufren de inmunosupresión antes y después del trasplante, entonces no se hicieron para evitar ponerlos en riesgo, pero en 2021 empezamos a recuperar la productividad”, dijo.
Agregó que en marzo del año pasado comenzaron a recuperar a sus médicos que estaban en área Covid y que lograron hacer mil 793 trasplantes tan sólo en el Seguro Social. “La cantidad fue baja, si la comparamos con los años previos a la pandemia, pero empezamos a recuperar nuestro ritmo de trabajo una vez que se empezó a vacunar a los pacientes contra Covid en México”, agregó.
Peña detalló que, para recibir un trasplante, primero se evalúa al paciente para saber si es candidato. En caso de que lo sea, lo canalizan y permanece en lista de espera durante tres a seis meses; cuando se encuentra el donante, se hace una serie de estudios de laboratorio para saber si es compatible.
Resaltó que esto sólo es en el caso de donantes que aún están vivos, ya que los procesos en los que las personas que donan órganos de sus familiares fallecidos llevan mucho más tiempo.
“En México apenas está creciendo la cultura de la donación cadavérica. Hay ocasiones en que ya tenemos donante y llega un familiar y echa todo el procedimiento para atrás”, señaló.
María Pilar Leal Leyte, doctora de la Sociedad Mexicana de Trasplantes (SMT) coincidió en que la pandemia contribuyó a la baja en los procedimientos.
“Los datos reflejan que en 2019 teníamos cifras más altas, pero la reconversión hospitalaria y lo delicado de los procedimientos que exponen la salud de los pacientes, llevó a que se suspendieran algunos meses los trasplantes”, dijo.
