El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general reformas para incluir el término de violencia obstétrica en la ley, con el fin de identificar y prevenir actos de discriminación y agresiones físicas y verbales contra las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio.
La propuesta fue avalada en lo general por 431 votos a favor, tres abstenciones y cuatro en contra. Se presentaron reservas para la discusión en lo particular.
El dictamen modifica la Ley General de Salud para incluir que se realicen “las acciones institucionales necesarias para identificar, prevenir y erradicar la violencia obstétrica contra las mujeres, asegurando el trato digno, con pertenencia cultural durante el embarazo, parto, puerperio”.
En tanto, añade el artículo 20 septies en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para definir la violencia obstétrica como “toda acción u omisión de profesionales y personal de la salud en el ámbito público y privado, que cause daño físico y psicológico a una mujer durante el embarazo, parto o puerperio”.
Lo anterior, derivado de la falta de acceso a servicios de salud sexual o reproductiva; un trato cruel o inhumano; abuso de la medicalización en procesos biológicos naturales; práctica innecesaria o no autorizada de procedimientos quirúrgicos, así como cualquier acción que implique la pérdida o disminución de la autonomía.
También ordena a los servicios de salud promover la organización institucional de comités de prevención de la mortalidad materna e infantil y de eliminación de la violencia obstétrica, así como implementar acciones para identificar, prevenir y erradicar la violencia obstétrica contra las mujeres.
En representación de Movimiento Ciudadano, la diputada Mirza Flores apuntó que la violencia obstétrica surge de un sistema de invisibilización de las mujeres, tanto en hospitales públicos y privados.
“Esto es contra los médicos ni las médicas, es contra un sistema de violencia patriarcal en el que se ha invisibilizado la salud integral de las mujeres”, señaló la vicecoordinadora.
En la presentación de la iniciativa, el diputado Joaquín Zebadúa recordó a las mujeres que han sido violentadas durante y después del embarazo: “pensando en Dominga, de Oxchuc, que a sus cuarenta y tantos años después de un primer parto y no haber podido volver a concebir, por una terrible infección se enteró que le pusieron un DIU sin su consentimiento”
Expuso que de acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), la violencia obstétrica ocurre cuando las mujeres reciben regaños, burlas, insultos, amenazas, reclamos, discriminación, manipulación, falta de atención o deficiencias en el sistema de salud durante el embarazo, parto o puerperio.
A nombre del PT, Margarita García señaló que 33 de cada 100 partos reportan violencia obstétrica, siendo el Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Querétaro y Morelos los que suman más casos.
A nombre del PRI, la diputada Frinné Azuara expuso que la violencia obstétrica es una variante de agresiones institucionales y de género que involucra a trabajadores de la salud, por una atención médica deshumanizante, que puede provocarles daños físicos, psicológicos o morales que pueden llegar a la muerte. “Es necesario evitarlo a toda costa”, urgió.
Por parte del PAN, Éctor Jaime Ramírez dijo que si bien acompañará el dictamen, cuestionó la forma en la que está presentado, ya que no considera todas las variables de la violencia obstétrica.
Por ejemplo, que la mayor parte de las muertes maternas del año pasado fueron por COVID-19, probablemente por no recibir la vacuna, lo cual también podría considerarse violencia.
LRL
