De las 13 vacunas que forman parte del Programa de Vacunación Universal, siete registraron una caída conjunta del 54.2 por ciento en su aplicación durante el 2021, en comparación con 2019, antes de la llegada del Covid-19 a México.
De acuerdo con el reporte Radiografía del Desabasto, elaborado por Cero Desabasto e impulsado por la organización Nosotrxs, la aplicación de las vacunas hepatitis B, rotavirus, neumocócica conjugada (para menores de dos a 15 meses), neumocócica polisacárida (para mayores de 65 años), VPH (virus del papiloma humano), Td (tétanos) y Tdpa (tétanos, difteria y tosferina), ha tenido una tendencia descendente desde el 2019.
De las anteriores, el mayor decremento se observó en Td, con una caída del 97.6 por ciento entre el 2019 y el 2021. Y después siguió la de VPH, con 97.4 por ciento, en el mismo periodo.
Datos del Instituto Mexicano del Virus del Papiloma Humano estiman que ocho de cada 10 personas son portadoras de este microorganismo, cuyas consecuencias pueden ir de tener verrugas genitales, anales u orales, a la posibilidad de causar cáncer de cuello uterino, vulva, vagina, pene, ano, bucofaríngeo u orofaríngeo (detrás de la garganta).
Apenas la semana pasada, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que la emergencia por la pandemia provocó una desatención de los sistemas de salud sobre la vacunación contra otras enfermedades como poliomielitis, rubéola, sarampión y difteria, las cuales podrían resurgir o detonarse en el continente americano.
La disminución de la aplicación de las vacunas señaladas alerta sobre un mismo panorama para México, estimó el doctor Andrés Castañeda, coordinador de Causas de Salud y Bienestar Nosotrxs y colaborador de Cero Desabasto, quien, en entrevista con La Razón, remarcó la gravedad respecto a la caída de la vacuna contra VPH. La edad recomendada para una mejor respuesta inmunitaria se encuentra entre nueve y 12 años, por lo que aquellas menores que no fueron vacunadas, siguen avanzando en edad, aunque señaló que “aún estamos a tiempo de vacunarlas, para evitar que en 24 o 25 años empecemos a tener casos de cáncer cervicouterino”, siempre y cuando el Gobierno adquiera las vacunas necesarias para ellas y quienes ya se encuentran dentro de este grupo etario, señaló.
“No nada más es la pandemia; es un cambio en las prioridades de salud del Gobierno. La pandemia sólo vino a empeorar las cosas, pero la vacunación no ha sido una de las prioridades de este Gobierno desde que inició. Lo vemos en el número de dosis aplicadas, vemos una tendencia a la baja”, comentó.
Desde su lectura del problema, esto podría detonar una crisis sanitaria por el probable resurgimiento de enfermedades que ya habían sido controladas en el continente y en el país.
Es necesario apuntar que, a pesar de que la vacuna contra influenza no forma parte del grupo de dosis cuya aplicación bajó desde el 2019, ésta sí mostró una baja en el 2021, respecto al 2020.
Las autoridades sanitarias iniciaron una campaña intensiva durante el primer año de la pandemia, para contener el desarrollo de esta enfermedad paralela a la propagación de Covid-19.
Del 2019 al 2020, el repunte en su aplicación fue de 55.4 por ciento, al pasar de 14 millones 344 mil 413 aplicaciones a 22 millones 299 mil 290. No obstante, para el año pasado sufrió una disminución del 32.6 por ciento.
Por otro lado, la vacuna contra la tuberculosis (BCG) registró un incremento de dos mil 372.19 por ciento en el 2021, respecto al 2020, luego de que en ese año se aplicaron 857 mil 420 dosis menos que en el 2019.
Aumentan en México tétanos, sarampión, influenza... 83%
Hasta el 12 de marzo, cierre de la semana epidemiológica número diez, 17 enfermedades de notificación inmediata habían reportado un incremento conjunto de 83.4 por ciento en su incidencia respecto al parámetro registrado en la misma semana del 2021.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, los casos de parálisis flácida, enfermedad febril exantemática, síndrome coqueluchoide, tétanos, enfermedad invasiva por neumococo, tuberculosis en sus diferentes manifestaciones, lepra, dengue en distintos grados, paludismo, virus de inmunodeficiencia humana (VIH), sífilis congénita, influenza, zika, fiebre manchada, rickettsiosis, enfermedad de Chagas y leishmaniasis cutánea, sumaron cuatro mil 537 registros hasta la semana epidemiológica número 10 del año pasado.
Sin embargo, para este 2022 ya acumulan ocho mil 322 casos, de los cuales el 45 por ciento (tres mil 74) corresponde a la propagación de la tuberculosis respiratoria, meningitis tuberculosa y otras formas.
Hasta el 2 de enero del año pasado, la tuberculosis respiratoria formaba parte de los casos que eran reportados como enfermedades de vigilancia convencional; sin embargo, para la primera semana epidemiológica del 2021 se añadió a la lista de aquellas enfermedades cuyos casos recientes eran de notificación inmediata; es decir, aquellos prevenibles por vacunación.
En entrevista con La Razón, Francisco Oliva Sánchez, doctor en Epidemiología del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explicó que una de las causas del repunte fue el incremento de inmunodeficiencias entre la población durante la pandemia de Covid-19, aunque remarcó que, para hacer una evaluación del problema, es necesario conocer las características de cada paciente para establecer una relación directa con el coronavirus SARS-CoV-2.
Respecto al aumento de la tuberculosis, explicó la estrecha relación que estos casos tienen con el contagio del VIH, cuyo incremento en registros fue de 92.8 por ciento durante las semanas evaluadas, lo que explicaría el comportamiento ascendente paralelo de ambas enfermedades.
A la gente, decirle que piense en vacunarse lo que se deba de vacunar, de acuerdo a su grupo de edad. Eso es lo que se tiene que hacer: vigilar más, vacunar más y que la gente entiendaFrancisco Oliva Sánchez, Doctor en Epidemiología de la UAM
Expuso que, ante la baja de las tasas de inmunización en el esquema ordinario, una de las recomendaciones es apostar por incrementar la cobertura y vigilar las enfermedades emergentes, además de Covid-19, como zika, chikungunya y aquellas que presentaron un rebrote.
“A la gente, decirle que piense en vacunarse lo que se deba de vacunar, de acuerdo a su grupo de edad. Eso es lo que se tiene que hacer: vigilar más, vacunar más y que la gente entienda que hay cuestiones que son propias y que no debemos dejar, como el hábito de vacunación”, remarcó.
Apuntó que México es un “crisol” de enfermedades, debido a su perfil epidemiológico polarizado prolongado, en el que se presenta una tasa alta de enfermedades transmisibles, con rezago epidemiológico, y no transmisibles, las cuales no han sido abatidas e, incluso, algunas se incrementaron.
Para el caso del país, señaló que la prioridad de atención debe abarcar a todos los padecimientos; sin embargo, recomendó voltear a ver aquellos que generan los costos más altos en salud, los que generan discapacidad en las personas y los que presentan rezago epidemiológico.
Agregó que los casos en los que dos enfermedades convergen y agravan el estado de salud de los pacientes son la muestra de que los esfuerzos no deben ser enfocados en un solo padecimiento.
“Si a las personas que viven con obesidad no las vacunan contra influenza, entonces su mortalidad aumenta. Decir que hay un problema que yo quisiera abatir, serían todos”, concluyó.
Detección de tuberculosis cae 33%
Uno de los daños colaterales provocados por la pandemia de Covid-19 fue la desatención de otras enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, cuya detección en México fue 33.8 por ciento menor a lo estimado durante 2020 y 2021, lo que representa un grave riesgo contra el control que se busca tener sobre esta epidemia, coincidieron especialistas.
Fátima López, directora nacional del programa de Micobacteriosis, expuso que la estimación de casos detectados para estos dos años era de 61 mil, sin embargo, sólo se notificaron 40 mil 435, derivado de la falta de servicios para atender otras enfermedades distintas a Covid-19.
“Si cada año, en México y a nivel mundial, estamos dejando personas sin diagnosticar, sin notificar tuberculosis, estamos hablando de personas que siguen ahí, tosiendo y transmitiendo la enfermedad”, advirtió la especialista.
Si cada año, en México y a nivel mundial, estamos dejando personas sin diagnosticar, sin notificar tuberculosis, estamos hablando de personas que siguen ahí, tosiendo y transmitiendo la enfermedadFátima López, Directora nacional del programa de Micobacteriosis
Esto se dio durante la presentación del curso Tópicos Selectos de Tuberculosis. La epidemia olvidada, presentado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), en el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora hoy 24 de marzo.
El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) apuntó que en México la lucha se enfrentó con el cierre de unidades de salud, retraso en el diagnóstico, tratamiento inoportuno, estudio de contactos deficiente y la disminución en la detección de comorbilidades en pacientes.
Durante los últimos 15 años, el país se encontraba en una meseta en la tasa de incidencia, la cual se mantuvo entre 16.3 y 17.7 por cada 100 mil habitantes entre 2005 y hasta 2019, pero en 2020 ésta cayó a 13.1 como consecuencia de la disminución de servicios de identificación.
A nivel estatal, durante 2021 Baja California se posicionó en el primer lugar con la tasa más alta de incidencia, al registrar 58.5 casos por cada 100 mil habitantes, seguido de Sinaloa, con 38.7; Sonora con 36.5, y Tamaulipas con 32.
A nivel continental, Pedro Avedillo, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que en México cayeron 25.7 por ciento los casos no notificados, lo que ubicó al país en la sexta posición, detrás de Guatemala, Guayana o El Salvador.
El país también fue el tercer lugar con alta carga de casos estimados en la región, al concentrar 10.7 por ciento.
Respecto a la relación con comorbilidades, México fue el primer lugar con el porcentaje más elevado de pacientes con tuberculosis que también padecían diabetes.
Ante este panorama, Avedillo señaló que “la tuberculosis se ha visto seriamente afectada por la pandemia de Covid-19 y se espera que siga impactando si no se ponen las medidas necesarias”.