El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que la subsecretaria de Estado de Población, Refugiados y Migraciones, Julieta Valls Noyes, estará en México.
A través de un comunicado, se detalló que en el viaje de trabajo planeado para el 20 al 23 de abril, la funcionaria se reunirá con socios de organizaciones internacionales y con representantes del gobierno mexicano. Entre los participantes se incluyó a la Comisión Mexicana de Asistencia a Refugiados (COMAR).
“Para analizar los esfuerzos de colaboración y las prioridades compartidas para abordar el desplazamiento forzado en la región”, se informó en el documento.
Agregó que también visitará a proveedores de asistencia humanitaria crítica para poblaciones vulnerables, incluidos refugiados y migrantes.
Por separado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, hizo un llamado a los países del hemisferio para que en conjunto se fortalezca a las comunidades que reciben a grupos de migrantes y refugiados, durante la reunión con representantes de 20 países del hemisferio sobre migración realizada en Panamá.
Esto, mientras el Gobierno de Joe Biden busca gestionar con la región los flujos migratorios masivos irregulares.
En este encuentro ministerial también se busca sentar las bases para un acuerdo regional que se debatirá durante la Cumbre de las Américas que se celebrará en Los Ángeles en junio.
Blinken también acordó con Panamá, considerado un punto de tránsito de buena parte del flujo migratorio hacia EU, poner en vigor medidas para ayudar a las comunidades receptoras e incrementar la protección al migrante y su acceso a alternativas legales.
“La única respuesta duradera y sostenible a la migración irregular es abordar sus causas profundas, pero eso lleva tiempo y, mientras tanto, muchas ciudades y pueblos simplemente no tienen los recursos que necesitan para atender a sus propios ciudadanos y mucho menos para satisfacer las necesidades de los migrantes”, dijo.
Un ejemplo de lo que planteó Blinken es Colombia, donde se busca otorgar un estatus de protección temporal a más de 1.9 millones de venezolanos que han llegado en los últimos años tras abandonar su país debido a la crisis.
Capturas fronterizas se incrementan 53.6%
La detención de migrantes que cruzan hacia Estados Unidos de manera irregular alcanzó la cifra más alta de las últimas dos décadas, al registrar 542 mil 009 capturas en el primer trimestre del 2022, cifra 53.6 por ciento mayor a la del mismo periodo del 2021, cuando se contabilizaron 352 mil 790, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de ese país.
El incremento de los flujos migratorios irregulares, que estaría reflejado en la cantidad de detenciones, persiste al paso de los meses, ya que en el 2020 —año con pandemia— se registraron 107 mil 732 capturas, y un año antes fueron 238 mil 593.
Celia Medrano, activista pro derechos humanos en El Salvador, mencionó que las razones de la migración siguen sin ser atendidas y cada vez hay más desesperación de las personas en sus países de origen por la violencia y pobreza.
“Ahora es cada vez más difícil conseguir un trabajo y se agrava por la violencia cada mes. Aumenta la presión por la política en EU, pues hay estira y afloja por el Título 42, y eso influye en más oportunidades para ingresar a esa nación”, señaló.
La investigadora dijo que hay muchos factores para que las personas sigan saliendo de sus países, pues el Título 42 es sólo un factor y se adhiere a las suspensiones que hay por la emergencia sanitaria por Covid-19 y la apertura de fronteras: “eso explica por qué hay baja en las detenciones en 2020 y el aumento desde mediados y finales de 2021 a la fecha”.
Además, comentó que si Estados Unidos cancela el programa de expulsiones, “seguramente” creará otro que evite los asilos o refugio de migrantes, porque no va a permitir la llegada masiva de indocumentados a su país, sobre todo cuando comienza la recuperación económica.
“No nos engañemos: levantar el Título 42 no significa que habrá más asilo; eso es un fantasma, porque puede haber medidas hasta más drásticas; eso es lo que va a pasar seguramente”, agregó.
Medrano sostuvo que en El Salvador y Guatemala hay crisis en estos momentos por el combate a las Maras y cada vez es peor, aparte de que en otras naciones no hay recuperación y por ello en las detenciones en Estados Unidos ya se ven cada vez más a gente del Caribe y Sudamérica.
“Yo creo que este año va a tener mayor migración que el pasado y, sin duda, va a generar nuevas cifras históricas”, dijo.
Las nacionalidades que encabezan la lista son principalmente de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.
El número de menores acompañados y no acompañados capturados en los primeros tres meses de este año fue de 35 mil 627, que representan el seis por ciento del total de detenciones (542 mil 009).
Sin embargo, las capturas de niños y niñas observaron un aumento del 3.2 por ciento respecto al primer trimestre del 2021, cuando fueron 34 mil 501.
José María Ramos, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), detalló que los flujos migratorios desde Centroamérica no se va a detener, ya que siempre buscan maneras de llegar por vías irregulares, además de que los ‘polleros’ aprovechan la cancelación de expulsiones en EU para nuevamente hacer su negocio.
El investigador aseveró que mientras sigan las causas que originan los éxodos, el panorama será el mismo.
Violencia y crisis reactivan flujo de mexicanos, dicen
El estancamiento económico y las condiciones de inseguridad que se viven en México son factores que han influido para que la cantidad de mexicanos indocumentados que buscan llegar a Estados Unidos haya aumentado en los últimos meses, de acuerdo con especialistas.
Para el especialista en temas internacionales, Fausto Pretelín, la combinación de la violencia que viven los mexicanos con la crisis económica generada por la pandemia por Covid-19 generaron el aumento de esta migración.
“La crisis de la pandemia parecería un elemento que influyó”, comentó Pretelin.
Además agregó que el desmantelamiento del Título 42 anunciado por la administración del presidente Joe Biden parece ser otro elemento que sirve como pretexto para que la gente vaya a pedir asilo en Estados Unidos.
Agustín Barrios Gómez, integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), señaló que lo que era un fenómeno migratorio de Centroamérica en los últimos años, se volvió en un fenómeno mexicano ante el estancamiento económico y la violencia.
“El crecimiento económico es muy raquítico, ya no hay esperanzas de crecimiento”, señaló Barrios Gómez al señalar que en sexenios anteriores el número de migrantes indocumentados había disminuido y en esta están aumentando.
Ambos especialistas coincidieron en señalar que se prevé que el número de mexicanos indocumentados aumente en los próximos meses.
El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró ayer que el gobierno debe adecuarse a que en la actualidad el fenómeno migratorio tiene otros componentes como la pobreza, la violencia, la marginación, el cambio climático.
Durante la inauguración de la Oficina de Representación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Coahuila, dijo que este nuevo fenómeno migratorio ha venido a replantear más allá de los muros, las restricciones a la movilidad de la población de lo que ha de ser la política migratoria y la política de refugio.
Con información de Jorge Butrón