La doctora Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), participó en el encuentro "100 Abogadas, Una Ministra", convocado por el Colegio de Abogadas de Michoacán, A.C., y escuchó inquietudes de las juzgadoras, a quienes reconoció su trabajo, pues los triunfos alcanzados, han sido gracias a la lucha organizada, dijo.
Al subrayar que esta asociación, que hace casi medio siglo se constituyó como la primera de mujeres profesionistas en el estado y en el país, afirmó que, sin duda, su mayor participación tanto en la esfera de los poderes públicos e instancias gubernamentales, como desde el ámbito privado, incide en la anhelada transformación hacia una sociedad que reconozca a la mujer en un plano de igualdad y de pleno respeto a sus derechos humanos.
En su segundo día de visita en Morelia, Esquivel Mossa escuchó los planteamientos de las abogadas michoacanas, que abordaron temas como los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el acceso de las indígenas a la justicia, la penalización hacia quienes optan por la interrupción de un embarazo y, de manera preponderante, la violencia feminicida.
Al respecto, lamentó la muerte en promedio de 10 mujeres diariamente por razones de género, y señaló como un factor que dificulta el combate de esta problemática, la falta de comunicación entre las instituciones y de la aplicación de protocolos con perspectiva de género en el primer respondiente, en investigadores y en juzgadores.
Como ejemplo, refirió el caso de la joven Debanhi Escobar, sobre el que la opinión pública tiene conocimiento de dos necropsias que derivan en conclusiones distintas, lo que hace evidente la falta de aplicación de dichos protocolos.
Reconoció que el país transita momentos críticos.
"Miles de mujeres en nuestro país ven todos los días vulnerados sus derechos en muy distintas formas, la peor de ellas la violencia que se ejerce en su contra. Una violencia que lejos de desaparecer crece y adopta nuevas vertientes, como la violencia política que menoscaba la posibilidad de ejercer nuestros derechos político-electorales y tiende a desalentar nuestra participación en los espacios de decisión fundamentales. Y qué decir de la violencia digital y la mediática, convirtiendo a los adelantos en las tecnologías de la información y comunicación, en vías para ejercer violencia sobre, básicamente, niñas y adolescentes. Y la peor de ellas, la violencia feminicida".Yasmín Esquivel Mossa
Agregó que las mujeres no dejarán de alzar la voz, y subrayó que es fundamental fortalecer la capacitación para la impartición de justicia con perspectiva de género, así como temas tan relevantes como el acceso a una justicia efectiva, incluyente y sensible para las mujeres indígenas y lograr tribunales y juzgadores cercanos a la gente, con una formación de las nuevas generaciones partiendo del valor de la ética.
KEFS
