La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres informó que en 2020 se registraron 30 millones de personas desplazadas por fenómenos naturales, y advirtió que la cifra seguirá al alza en los siguientes años por el aumento de fenómenos atmosféricos extremos.
Durante un panel de la 7 Sesión de la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres celebrada recientemente en Bali, Indonesia señalaron que las soluciones para reducir el desplazamiento son colaborar con las comunidades afectadas, especialmente las de los pequeños estados insulares y los pueblos indígenas.
La presidenta de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas de Chad, Hindou Oumarou Ibrahim, afirmó que la desertificación supone una amenaza a la existencia de las comunidades indígenas y rurales. "En tan sólo 50 años tendremos un desierto en medio de mi ciudad, Yamena", dijo, un escenario futuro que comporta la pérdida de alimentos, y de los pastos y el agua para el ganado.
Mientras que el director de la Oficina Nacional de Gestión de Catástrofes de Fiyi destacó que ante fenómenos extremos los Estados insulares del Pacífico requieren cada vez más de una planificación por adelantado y puso como ejemplo los dos ciclones de categoría cinco que azotaron a su país en 2016 y 2020.
"Teníamos que mirar más allá del centro de evacuación. Una vez pasada la emergencia, se supone que las personas evacuadas volverán a sus casas y se recuperarán de forma natural, y que el apoyo de la familia y la comunidad será suficiente” agregó.
Los desplazamientos se produjeron por ejemplo en la zona de El Caribe en donde las inundaciones y erupciones volcánicas provocaron que la gente saliera de sus países, rumbo a Centroamérica o México.
avc