La Organización Panamericana de la Salud (OPS) distinguió al Senado de la República por el trabajo que ha realizado para acabar con 13 años de parálisis legislativa en beneficio de la industria tabacalera, al aprobar por unanimidad de votos reformas a la Ley General para el Control del Tabaco.
Al conmemorar el Día Mundial sin Tabaco, Miguel Malo, representante de la organización, recordó la lucha que hay entre la industria del tabaco y la salud.
Señaló que la industria tabacalera argumenta que genera crecimiento económico y empleo, pero “nosotros desde la salud diciéndoles ‘señores, pero ustedes están matando a la gente’”.
Dijo que para la OPS es muy significativo lo que pasó en México en los últimos tiempos, en los que después de años de peleas y de frustraciones se ha podido reformar la Ley General para el Control de Tabaco.
“Abatir 13 años de parálisis legislativa que operó al servicio de una industria inescrupulosa y perversa (…). La protección de las personas a la exposición al humo del tabaco con los ambientes cien por ciento libres de humo y de emisiones, que ese es un aspecto fundamental en la ley que ustedes consiguieron y la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio”, expresó.
Malo refirió que éste es uno de los mayores logros de la región en materia de control del tabaco durante el último año.
Mencionó que con esta enmienda a la ley aprobada en México, se convierte en el cuarto país en las Américas en ser cien por ciento libre de humo de tabaco y noveno en prohibir totalmente la publicidad y el patrocinio.
Destacó el papel histórico del Poder Legislativo porque a pesar de las presiones y esfuerzos de la industria tabacalera y de sus cabilderos, la enmienda a la ley avanzó de manera unánime en ambas cámaras.
En este evento, Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado, recordó que anualmente se registran ocho millones de muertes adjudicables a los efectos directos e indirectos del tabaquismo.
Indicó que la industria tabacalera es responsable de la tala de 600 millones de árboles y entre los procesos de fabricación y el acto de fumar al año se liberan tantas toneladas de CO2 (bióxido de carbono) como las toneladas que se requerirían para construir 280 estadios Azteca.
FBPT
