Entre el primero de septiembre de 2021, mes en el que comenzaron los procesos electorales, y al 31 de mayo de 2022, en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, se han presentado 85 agresiones contra políticos, refiere el Indicador de Violencia Política de Etellekt.
Destaca que sólo 11 tuvieron como objetivo a precandidatos y candidatos de los cuales nueve son mujeres y dos hombres, sin que haya víctimas mortales. De los aspirantes agredidos, nueve compiten o competían como precandidatos por gubernaturas en Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.
Durango y Tamaulipas no registran agresiones contra aspirantes a gobernador, y tampoco se han presentado actos de violencia que involucran a contendientes por cargos locales.
Es importante mencionar que Durango es la única entidad que celebra comicios para renovar sus 39 ayuntamientos.
El documento presentado por Etellekt resalta que de concluir el proceso electoral 2022 sin víctimas mortales entre los candidatos, sería la primera vez que esto ocurre desde el año 2007.
“La nula incidencia de candidatos asesinados, tratándose de un delito que afecta mayoritariamente a personas que compiten por cargos municipales, se debe en parte a que solamente habrá elecciones en este nivel de gobierno en Durango. Aunado a que el homicidio de candidatos a ediles no es un problema habitual en la entidad; entre 2000 y 2022 han perdido la vida un par de candidatos a alcaldes en los municipios duranguenses de Lerdo y San Dimas, durante la elección local de 2013”, explicó.
La Consultora señala que un patrón similar se presenta en Quintana Roo, donde la probabilidad de que las campañas para renovar su Congreso Local se tornaran violentas era baja, toda vez que desde el año 2000, nunca han asesinado candidatos a diputaciones estatales, una tendencia inalterable a la fecha.
Referente a la prevalencia de magnicidios de candidatos a gubernaturas, el informe indica que es igualmente baja en la historia electoral del país.
“Desde las alternancias del año 2000 se han presentado apenas un par de casos: el asesinato de Armando Chavarría, aspirante del PRD a la gubernatura de Guerrero, perpetrado en 2009, y el homicidio de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, ocurrido en 2010" detalla.
Agrega que ambos homicidios continúan impunes, y que "se produjeron en medio de rupturas internas de los partidos que los nominaron, y de un clima de homicidios por rivalidad delincuencial que posicionó a dichas entidades entre las más violentas de la época”.
En cuanto a las 85 agresiones contra políticos, han arrojado un saldo de 7 víctimas mortales, ninguna de ellas precandidato o candidato. Sólo una estaba relacionada con el actual proceso electoral, se trata de un presunto operador de un partido político en el estado de Tamaulipas, asesinado en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Las seis víctimas restantes que perdieron la vida de manera violenta eran dos exalcaldes, un excandidato a alcalde y dos militantes de partidos políticos en el estado de Oaxaca.
Así como un excandidato municipal en Quintana Roo que despachaba como funcionario del Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas; es decir, 6 de las 7 víctimas desarrollaban su actividad política en el ámbito municipal, sin que tuvieran alguna participación en las campañas para gobernador en sus respectivas entidades.
CEHR