Suman 144 decesos en lo que va de este año

Aumentan casos en menores que no han recibido vacuna

Sipinna registra 7 mil 817 infecciones en los últimos cuatro meses; comunidad pediátrica reprocha lentitud de las autoridades; ven obstáculo en derecho de los niños para recibir dosis

Enfermera aplica inoculación a púber, el pasado 20 de mayo  en la capital del país.
Enfermera aplica inoculación a púber, el pasado 20 de mayo en la capital del país. Foto: Cuartoscuro

Contrario a lo que ocurrió durante el resto de la pandemia, desde febrero pasado la cantidad de niños de cero a 11 años contagiados de Covid-19, que son quienes no han recibido la vacuna si no es con amparo o por pertenecer a algún grupo vulnerable, ha comenzado a rebasar los registros del grupo de 12 a 17 años.

En la totalidad de los 99 mil 124 menores de edad mexicanos que han resultado infectados por el virus del SARS-Cov-2, desde abril del 2020, 54 mil 942 —el 55.4 por ciento— corresponden a adolescentes, según el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).

Este segmento etario rebasaba la suma de los otros grupos, el de 0 a 5 y el de 6 a 11 años, hasta hace cuatro meses, cuando los papeles se invirtieron.

Desde entonces, se han contabilizado siete mil 817 contagios en total, de los cuales cuatro mil 345 corresponden a niñas y niños menores a 11 años; es decir, el 55.5 por ciento.

Durante febrero, los casos confirmados entre este grupo representaron 54.8 por ciento del total registrados en el mismo mes entre los pequeños; en marzo, 58.8 por ciento; en abril, 64.7 por ciento; en mayo, 57.3 por ciento, y hasta el 13 de junio ya abarcaban 49.4 por ciento.

En cuanto a las defunciones, el grupo entre cero y cinco años es el que ha mantenido las cifras absolutas más elevadas durante la emergencia sanitaria.

De las 144 defunciones observadas en lo que va del año, 81 corresponden a este sector; 19, al de seis a 11 años, y 44 a los de 12 a 17 años.

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El incremento en el número de contagios reportados en el último cuatrimestre empata con la falta de inmunización a niñas y niños, pues a la fecha la dosis aprobada sólo se aplica en forma universal a los adolescentes, mientras que el resto de los menores de edad tuvo que recurrir a amparos o padecer alguna comorbilidad, como lo indicó la estrategia nacional que priorizó a la población vulnerable.

El martes pasado, tres meses después de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó el uso de la vacuna Pfizer en niños a partir de los cinco años de edad, el Gobierno federal anunció que abriría el registro a partir del 16 de junio.

El retraso en el anuncio por parte de las autoridades federales inquietó a madres y padres de familia, así como a la comunidad médica, pues no hubo explicación inmediata sobre por qué el Gobierno no advirtió que los niños ya podían ser inoculados.

Luego de pasar por una etapa en la que el Gobierno federal dijo que solicitaría al mecanismo Covax que pagara con presentaciones pediátricas las dosis que debe a México y, tras considerar a la dosis Abdala, de origen cubano, como una de las opciones, las autoridades ya anunciaron la firma de un contrato con Pfizer para adquirir ocho millones de dosis.

La preocupación por la falta de vacunación a menores que ha manifestado la comunidad pediátrica radica en las consecuencias que la enfermedad podría causar a largo plazo en los infantes.

Estudios como “Covid largo en niños y adolescentes: Una revisión sistemática y metanálisis”, reveló que uno de cada cuatro menores que se contagió ha desarrollado alguna de 40 sintomatologías atribuidas a esta enfermedad, principalmente con afecciones neuropsiquiátricas, que van desde alteraciones en el estado de ánimo hasta impacto en las funciones motrices.

Epidemiólogos urgen aplicar biológicos

Expertos en Covid-19 consideraron que el Gobierno federal debió reaccionar desde hace meses a la vacunación de menores entre cinco a 11 años de edad, pues se pudieron prevenir miles de contagios y hospitalizaciones a nivel nacional en este sector de la población.

En entrevista con La Razón, Óscar Sosa, epidemiólogo del Sector Salud, explicó que se suman varias situaciones tardías en la vacunación a las infancias, puesto que no hubo razón científica para que las autoridades no hayan mostrado interés en los niños y no fue sino hasta que comenzó un repunte en los casos, que reaccionaron e hicieron caso a los constantes llamados de la población.

“Abren la página justo en el momento en que estamos inmersos en un incremento de casos; por lo tanto, vamos tarde, sólo por el hecho de que se hace hasta este momento. Si te das cuenta que son dos dosis, tal vez las compras son muy pocas. No sé cuál es el análisis que se realizó para inmunizar a la población pediátrica, pero desde hace meses se ha pedido su vacunación y parece que hasta el incremento nuevo de casos es que reaccionaron”, explicó.

El experto subrayó que una vacuna necesita de dos semanas para crear inmunidad, pero si son dos aplicaciones, es aún más tiempo; por ello, las infancias siguen estando en riesgo de contraer el virus, sobre todo porque se viene el periodo vacacional, en donde seguramente estarán en recreación y en riesgo de contagio, con el aumento de casos positivos.

Se puso un obstáculo en el derecho a la vacunación de los niños y niñas; por eso, es imposible pensar que se haya retrasado la vacunación; más bien pienso que se realizó un mal análisis por parte de las autoridades en la prevención durante la pandemia
Óscar Sosa<br>Epidemiólogo del Sector Salud

La Razón publicó este fin de semana que, de acuerdo con virólogos, la vacunación contra Covid-19 a niños de cinco a once años en México es tardía y con biológicos insuficientes, luego de que, el 14 de junio, el Gobierno federal anunció que ya había firmado el contrato con la compañía Pfizer para adquirir ocho millones de dosis, que les permitirán arrancar el proceso para los más de 15 millones de menores de esa edad.

Irasema Rodríguez, neumóloga del Sector Salud, opinó que siempre es mejor vacunar de manera oportuna; sin embargo, aplicar la dosis sí representa un beneficio para los niños, porque una gran proporción de la población pediátrica tuvo Covid-19 desde enero, con el nuevo incremento.

“El hecho de que ahorita los vacunen sí ayuda a disminuir el número de casos de menores que puedan contagiarse y no está de más que estén protegidos, a pesar de que la enfermedad comienza a convertirse en endémica”, manifestó.

La experta coincidió en que, de haberse aplicado antes la dosis, se hubieran prevenido muchos contagios, pues realmente se desconoce la cifra exacta de hospitalizaciones, ya que la Secretaría de Salud no dio a conocer datos exactos.

“Cuando vean el beneficio a largo plazo, seguramente van a comprarbiológicos, pues se viene la etapa de regreso a clases”, agregó.

Irasema Rodríguez señaló que la enfermedad está en proceso de convertirse en estacional, pues ya no es una pandemia, sino una endemia, y estará presente todavía un año más, hasta que sea totalmente controlada, y puso énfasis en que la vacunación en menores ayudará en el proceso.

Por separado, Armando Rosales Torres, neumólogo del IMSS en Zacatecas, estimó que sí fue tardía la aplicación de la vacuna a los pequeños, aunque advirtió que, hasta el momento, no hay suficientes investigaciones que señalen si es bueno o no inmunizar a los niños.