Elementos del Ejército mexicano patrullan la zona de la sierra Tarahumara, donde fueron asesinados los dos sacerdotes jesuitas, para dar con los responsables, señaló el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario reconoció que el lugar es controlado por el crimen organizado. Comentó que, el presunto responsable, José Noriel Portillo, alias el "Chueco", tenía orden de aprehensión desde 2018 por el homicidio de un turista estadounidense.
"Esa zona de la Sierra Tarahumara ha estado, desde hace tiempo, muy infiltrada, dominada por la delincuencia; para tener los antecedentes, en esa zona se han cometido crímenes como lo sucedido en Estación Creel, en 2008, cuando un comando irrumpió en una reunión y asesinaron a 13 personas y lo mismo en toda la región. Este delincuente señalado como responsable de los asesinatos, incluso identificado, está acusado desde 2018 porque asesinó a un turista estadounidense, es una zona dominada por este grupo", reconoció el mandatario.
Al iniciar su conferencia matutina, el Presidente ofreció condolencias a la comunidad de la Compañía de Jesús, los jesuitas, y señaló que el objetivo en este momento es recuperar los cuerpos de los tres asesinados y capturar al culpable, que se encuentra plenamente identificado.
Ademas, dijo el mandatario, hay dos desaparecidos, entre ellos la esposa del civil asesinado. Confirmó que una niña también había sido secuestrada, pero fue liberada poco después.
Señaló que la investigación está a cargo de la fiscalía, pero debido a su importancia, ordenó a la Secretaría de la Defensa Nacional que se encargue de buscar y dar con el responsable, así como que recupere los cuerpos de los religiosos y del guía de turistas asesinados.
