La Red Solidaria de Derechos Humanos aseguró que la violencia en la región Tarahumara no es algo nuevo, ni se reduce a la presencia de narcotraficantes, ya que la muerte ha sido la regla para los habitantes de esta zona desde que se ven atraídos por grupos criminales.
Asimismo, la ONG lamentó la muerte de los sacerdotes jesuitas y del turista a manos del crimen organizado. Detalló que se abre un nuevo capítulo de incertidumbre ya que, hasta ahora, los delincuentes habían mostrado un relativo respeto a las instituciones religiosas.
En un comunicado expresó que se vive un contexto de discriminación racial, despojo, marginación, sobreexplotación económica, olvido de la justicia social y violencia de género.
Señaló que Tarahumara ha sido desde años un caldo de cultivo para expresiones violentas, como disputa por tierras, recursos hídricos, forestales, mineros, de paisaje y por el narcotráfico.
En esa realidad ninguna víctima es colateral y los llamados victimarios muchas veces son víctimas. Que nadie se lave las manos, mucho menos la clase política. ¡Exigimos justicia, no cedamos los espacios!Red Solidaria de Derechos Humanos
La Red Solidaria de Derechos Humanos exigió toda la inteligencia y recursos del Estado en el combate contra las estructuras que generan el despojo y violencia sufrida en la Sierra Tarahumara.
Igualmente hizo responsables a las autoridades por las personas que continúan desaparecidas, como Paul Berrelleza y Armando Berrelleza; incluso por la violencia que sufre la comunidad.
MAEP
