El Presidente Andrés Manuel López Obrador demandó al gobierno de Chihuahua una investigación “a fondo” sobre el asesinato de dos sacerdotes jesuitas. Además, el mandatario cuestionó que pese a que José Noriel Portillo “El Chueco”, presunto homicida, tenía una orden de aprensión, se movía con toda libertad por la zona.
“Chihuahua merece una explicación de las autoridades locales a fondo, por qué ¿cómo es posible que con orden de aprehensión, esta persona se moviera con toda libertad?, ¿que fuese patrocinador de un equipo de béisbol, y que todo mundo supiera a que se dedicaba y no lo tocaran? ¿por qué? ¿cuál era su estatus? Tenía que haber ahí contubernio con autoridades”, sentenció López Obrador.
“El Chueco” cuenta con, al menos, dos órdenes de captura giradas desde 2017. Una de ellas corresponde a un ataque contra las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones ubicadas en el municipio de Urique y en 2018 fue acusado por el homicidio del profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrew, a quien presumiblemente confundió con un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA.
Para el Presidente, esta impunidad que lo protegió solo se explica por las complicidades que estableció con autoridades políticas de la región de la sierra Tarahumara.
“Y aquí hemos hablado del tema, muchas veces esta convivencia perversa o este contubernio surge de los apoyos que se dan en campañas políticas, de estados que se descompusieron por completo, porque para imponerse y hacer fraude hicieron acuerdos con grupos dedicados a la delincuencia y crearon monstruos y toda una red de complicidades, de componendas”, dijo el mandatario.
lemm.