La Comisión Permanente del Congreso de la Unión recibió la iniciativa elaborada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo objetivo es ponerle fin al horario de verano.
En la exposición de motivos se apunta que, aunque desde su implementación en 1996 ha contribuido al ahorro de energía, éste siempre ha sido por debajo del uno por ciento, lo que no ha resultado “significativo” respecto al total del consumo anual.
Además, indica que dicho ahorro ha ido decreciendo, particularmente desde 2013, a raíz de la aceleración de la eficiencia energética que implica el retiro de lámparas incandescentes, la aparición de avances tecnológicos, un mayor aprovechamiento en la generación de energía de las empresas.
Otro de los argumentos fue que, tras tres décadas de su aplicación, se ha “aceptado” que el horario de verano es contraproducente para la salud.
De acuerdo con fuentes científicas citadas por la Secretaría de Salud, ha generado trastornos del sueño en niñas, niños y adolescentes, lo que aumenta la presencia de somnolencia, principalmente durante las semanas de adaptación al horario estacional.
Entre otros, enlista impactos negativos al sistema cardiovascular, desequilibrios en el “reloj biológico”, así como la generación de irritabilidad y dificultades en la atención, concentración y la memoria.
Además, argumenta que esto afecta las dinámicas socioeconómicas de forma variable, y abre la posibilidad de que incrementen los niveles delictivos, debido a que la población debe salir de su hogar en la oscuridad, cuando no se cuenta con suficiente luz ni vigilancia.
Respaldándose en el artículo 4 constitucional, que refiere el derecho de todas las personas a la protección de la salud, la iniciativa propone abrogar la ley vigente y sustituirla por la Ley de los Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos.
No obstante, se plantea que el horario estacional se mantenga para los municipios de la frontera norte, “dada la profunda integración laboral, social, cultural y económica existente con la zona fronteriza colindante con los Estados Unidos”.
Para que la iniciativa sea aprobada, deberá discutirse en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, a donde fue turnada por la Comisión Permanente, donde será discutida y votada; en caso de ser aprobada, pasará al Pleno.
Sin embargo, dado que la Cámara baja se encuentra en receso, la discusión se realizará en el próximo periodo ordinario, el cual comienza en septiembre. Y, en caso de ser aprobada en San Lázaro, pasará por la Cámara de Senadores, con un proceso similar.
En caso de recibir los votos a favor, esta ley será publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
CEHR
