Las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron incrementan tres veces los nacimientos prematuros y duplican los riesgos de preeclampsia, advirtió el doctor Jesús Luján Irastorza, especialista en Ginecología y Obstetricia.
“En la embarazada, ¿qué es lo que puede afectar en el cerebro del bebé? En el primer trimestre puede presentarse una reducción en la formación de los receptores para las endorfinas; podemos tener niños más sensibles al dolor”, explicó a La Razón el también director y fundador de Fundación Pronatal.
Expuso que en el segundo trimestre puede afectar la fijación de testosterona y estrógeno, así como una reducción de los receptores de dopamina, lo cual significa que son niños que pueden tener una mayor ansiedad en la infancia y en el momento de la madurez sexual.
En el tercer trimestre, dijo, se está produciendo inflamación de placenta, que incrementa tres veces los nacimientos pretérminos, es decir, antes de la semana 37. Además, incrementa dos veces el riesgo de que los bebés dejen de crecer dentro del útero. “A esto se le llama retardo en crecimiento dentro del útero o intrauterino.
Duplica los riesgos de hipertensión arterial, preeclampsia; también hay doble probabilidad de que tengamos ruptura prematura de membrana, es decir que se rompa la fuente.
“Y en la parte neurológica del bebé, en el último trimestre, se reducen los receptores de serotonina, lo cual se traduce también en que puede haber más riesgo de inmadurez cerebral —cada vez hay más niños con déficit de atención, hiperactividad—; entonces, todo eso se traduce en la infancia y se traduce en una reducción en las habilidades sociales para resolver problemas de vida”, detalló el especialista.
Manifestó que en la clínica tienen 200 embarazadas y 80 por ciento se ha contagiado de Covid-19 con esta nueva variante. Con la anterior, Delta, fueron tres de 10 y ahora es de 30 a 80 por ciento la capacidad de transmisión del virus. Dijo que es altamente preocupante, porque se está minimizando esta variante con que es “amigable”, pero los efectos inflamatorios van a producir efectos importantes en la parte de maduración neurológica.
El médico resaltó que en un estudio que publicó, junto con otros de sus colegas, en la “gaceta médica de México”, investigaron las placentas.
“En estos resultados no encontramos cambios significativos al momento del nacimiento en los signos vitales de los bebés, pero tres de cada 10 nacieron antes de tiempo y dos de cada 10 tuvieron desprendimiento de placenta.
“Uno de cada 10 se quedó sin líquido amniótico, uno de cada 10 se dejó de mover al final del embarazo; uno de cada 10 tuvo hipertensión (la mamá, preeclampsia) y dos de 10 no tuvieron complicaciones. Es increíble, 77.7 por ciento terminó en cesárea, ocho de cada 10, porque durante el trabajo de parto estuvo en riesgo el bebé”, explicó.
También destacó que la población está teniendo un tema de reducción en los cuidados maternos, al estarse confiando de seguir las medidas como mantener la distancia, el uso de cubrebocas y la convivencia social.
“Estamos confiados y eso no está bien, porque estamos minimizando que, aunque estas variantes son más amigables que la Delta, el problema es que la respuesta inflamatoria que produce está afectando la placenta menos que la Delta, pero tiene afectación”, expuso.