El Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República señaló que la polarización en el debate en torno a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública ha dificultado su aprovechamiento y mejoramiento a través de una evaluación objetiva desde el Congreso.
En el estudio “Las facultades del Senado de la República en el seguimiento y control de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública”, elaborado por el investigador César Alejandro Giles Navarro, señala que las dinámicas establecidas en torno a la discusión por el tema de la seguridad ha complicado su control parlamentario.
“El debate en torno a la Estrategia Nacional de Seguridad Pública se ha enfrascado en la polarización y la disputa por el poder. De parte del gobierno, hay falta de disposición para revisar la estrategia. Del otro lado, buena parte de las críticas a la estrategia se ha limitado a señalar cuestiones superficiales, sin entrar propiamente al análisis serio y detallado de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública”, señaló.
Indicó que reducir la cuestión a estar en contra o a favor del gobierno en turno, lejos de ayudar a resolver el problema, disminuye la calidad de la discusión pública y limita la actuación de las instituciones del Estado para responder a la principal demanda de la sociedad mexicana.
Apuntó que por ello “cobran relevancia las facultades de control parlamentario sobre la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, las cuales son un mandato constitucional producido por la reforma política de 2014, mediante la cual se convirtió al Senado en un actor corresponsable en la definición, seguimiento y revisión de la política de seguridad pública”.
Precisó que la intervención del Senado, más allá de censurar o respaldar la actuación del gobierno, debe orientarse hacia estudiar y afinar la política de seguridad, representando a las entidades que integran a la Federación.
FBPT