La Iglesia Católica acusó que el arresto de Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, ocurrido el pasado 19 de agosto, es un intento del gobierno nicaragüense por “acabar con todas las voces críticas y pensantes” en su contra.
En el editorial consignado en su semanario Desde la Fe, la institución aseveró que “los que quisieron liberar a Nicaragua de una dictadura se han vuelto peores”.
Recordó que desde el 2006, gobernantes con tendencias políticas de izquierda han llegado al poder por la vía electoral, “prometiendo la superación de la pobreza, apertura para los empresarios y la inversión internacional, respeto a las libertades y los derechos humanos de todos los ciudadanos”.
No obstante, añadió que una vez en el poder, estas administraciones han dejado de lado todas las promesas, cambiando las leyes a su conveniencia y acallando a los críticos de cualquier signo, con el único interés de mantenerse en el dominio.
La última reelección [de Nicaragua], en noviembre de 2021, ha sido la más fraudulenta y represora, controlando y censurando los medios de comunicación, encarcelando a todos los que estaban como candidatos en la contienda presidencial con acusaciones absurdas y cerrando todas las actividades de la sociedad civil, incluyendo las instituciones de servicio social y beneficenciaIglesia Católica en su semanario Desde la Fe
Asimismo, señaló que el arresto del monseñor Rolando Álvarez ha generado pronunciamientos de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Finalmente, la Iglesia Católica afirmó ser “la última voz que permanece con autoridad moral para denunciar los atropellos que se están dando”, y puntualizó que “seguirá el camino de la prudencia, invitando a la oración y la resistencia pacífica”.
MAEP