"Es una actitud miserable", señalan

Acusan negligencia de Birmex con oncológicos

Legisladores señalan que distribuir fármacos a punto de caducar es miserable y puede generar daños; padres de niños con cáncer aseguran que no es la primera vez que el laboratorio actúa así; duele por costo de tratamientos

Los medicamentos a punto de caducar no tienen el mismo efecto, enfatizaron los legisladores. Foto: Especial.

Legisladores integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados condenaron la actuación de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), al tratar de colocar en el Sector Salud medicamentos contra el cáncer en fechas próximas a caducar, acción que consideraron negligente y miserable.

En entrevista con La Razón, el secretario de la Comisión, Éctor Jaime Ramírez Barba señaló que es necesario ahora ver lo que hace la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) pues dijo que no vaya a otorgar -como lo hizo con otras vacunas- una sobrevida, lo que seguramente impactará en la salud de los pacientes.

“La responsabilidad de Birmex es haber comprado un medicamento sin haber asegurado a quien se lo iban a vender, y ahora lo quieren colocar como sea. Si bien la toma del medicamento no le va a causar un mal al paciente, tampoco un beneficio, pues el producto ya no tiene el mismo efecto, lo que impacta en la salud de los pacientes”, indicó.

El legislador federal dijo que no les estarían dando un tratamiento contra el cáncer, sino un placebo pues ya no funciona de manera adecuada. “Igual tiene algo de efecto, pero no el óptimo y en un cáncer si no te hace efecto, te puede llevar a la muerte, ese es el riesgo de tener medicamentos caducados”, aseveró.

Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex) buscó colocar un total de 138 mil 557 frascos de tres claves de medicamentos utilizados en la lucha contra el cáncer, que caducarán dentro de una semana, a dependencias del sector salud.

De acuerdo con un documento compartido con La Razón, se intentó distribuir, en algunas farmacias de instituciones públicas, 133 mil 050 frascos de Cisplatino en presentaciones de 10 miligramos, cuyo manejo se prescribe en tratamientos contra cáncer ovárico y testicular, entre otros.

Al respecto el también integrante de la Comisión de Salud, Marcelino Castañeda aseguró que la miseria de este Gobierno de querer ahorrar dinero para la compra y distribución de medicamentos, lo que se traduce en lo que ahora se ve, de que quieren colocar insumos a punto de caducar en el Sector Salud.

“Este Gobierno por tratar de ahorrar compren este tipo de medicamentos, o ya comprados los quieran colocar a punto de caducar. Lo que llama la atención es que pueden existir casos donde ya haya en le mercado este tipo de insumos ya con fechas prescritas, no sabemos si ya haya pasado con anterioridad, pues nadie se da cuenta, tú confías en las autoridades”, explicó.

El legislador mencionó que el mayor problema es para los pacientes, pues no les hace efecto el insumo y puede desencadenar en problemas de salud pues confían en que se están tomando un tratamiento cuando en realidad no se toman algo. “Es una actitud miserable la distribución de este tipo de medicamentos, pues lo que no se entiende es que haya distribución, pero por otra parte se haga un esquema de esa manera”, aseveró.

Marcelino Castañeda sostuvo que también hay un tema de negligencia que debe desencadenar en responsabilidades administrativas y hasta penales.

Papás alertan de esquema similar que lograron frenar

La práctica de distribuir medicamentos caducados ya tiene antecedentes en México, aseguró Omar Hernández, vocero de Padres de Niños con Cáncer: “ya se ha visto con anterioridad y los hemos detenido antes de que se distribuyan al Sector Salud”.

En entrevista con La Razón, detalló que los padres acudían a los almacenes para esperar y supervisar la llegada de oncológicos, pero descubrieron que en Veracruz tenían almacenados varios insumos próximos a caducar, por lo que pidieron no distribuirlos y la renuncia del entonces secretario de Salud, Roberto Ramos Alor.

“Esto ya ha pasado antes, no es la primera vez, y tenemos un grave problema en la compra de medicamentos por parte de las autoridades. Es una cadenita que se va deteriorando, desde las compras hasta la distribución y su aplicación. Hace un año, los padres íbamos a los almacenes a recibir los cargamentos de medicamentos, pero detectamos que, en primera, no llegaban completos y, en segunda, en mayo pasado encontramos medicamentos caducados”, destacó.

Hernández sostuvo que no hay una buena planeación, pues cuando llegan las claves, se reparten a los hospitales y no los dan, pasa mucho tiempo y, en muchas ocasiones, se ve reflejado en que caducan los insumos.

“Es muy grave lo que quisieron o quieren hacer, pues hay mucho tiempo desde su compra y aplicación, y eso se traduce en muchos meses y en medicinas caducadas que desean distribuir, pero gracias a los padres se detectó el caso y se evitó que llegaran a los hospitales”, destacó.

El vocero de los padres dijo que el Gobierno federal asegura que envía los medicamentos, pero son los estados quienes los almacenan y distribuyen, lo que se traduce en una mala logística y, por ello, la falta de las medicinas en las clínicas.

“Esos medicamentos los detuvieron y los debieron haber tirado, pues no deberían llegar a ningún sitio, por eso los padres estamos muy atentos de su llegada y en qué condiciones lo hacen, porque no podemos darle una medicina de esas a nuestros hijos”, dijo.

Por separado, Andrea Rocha, abogada de los padres, aseguró que se pueden hacer acciones legales contra los responsables, porque prácticamente lo hacen con dolo, a sabiendas que los iban a colocar a pesar de estar por caducar.

Pierden patrimonio por compra de oncológicos

Ya sea por desabasto de medicamentos oncológicos o por problemas en la cadena de suministro, pacientes que viven con cáncer enfrentan pérdida de su patrimonio, al buscar en farmacias particulares los fármacos que el sector salud debería proporcionales como derechohabientes.

Andrea Rocha, abogada de pacientes oncológicos, ha asistido en decenas de casos en los que las familias ven en el actuar legal la última salida para conseguir los medicamentos y tratamientos que permitan continuar con vida a alguno de sus integrantes.

En entrevista con La Razón, la litigante explicó que la falta oportuna de fármacos en las instituciones públicas de salud ha orillado a que las personas se endeuden, cambien de residencia y pierdan gran parte de su patrimonio y vida, al buscar fármacos y servicio médico en el sector privado, con los altos costos que esto supone.

En el marco de la Caravana por la Salud, que se llevará a cabo este sábado, Andrea compartió que una de las asistentes viajará desde Nuevo León para exponer su situación.

“Estamos por ampararla a ella, porque lamentablemente ha tenido que costear el tratamiento de su hijo, porque no le han dado las quimioterapias. Ella ya no tiene ni comedor. Ella me dice: ‘no tengo ni sala, pero pues qué no haría uno por la salud de un hijo’. Lo que buscamos, a través del amparo, es que se les garanticen las quimioterapias en tiempo y forma”.

Residente de Sahuayo, Michoacán, Beatriz Adriana Espinoza es una paciente a quien le fue detectado cáncer de mama a los 39 años de edad.

Andrea Rocha, abogada de pacientes oncológicos, presenta amparos ante desabasto.

Al ser derechohabiente en el sector público, buscó recibir atención; sin embargo, durante la etapa de su tratamiento llegó la pandemia de Covid-19.

Era el 2020 y, durante su proceso, fue necesario recurrir a una mastectomía radical, para la cual tuvo que acudir a una clínica particular, pues en la institución pública sólo podrían brindarle atención hasta este 2022.

“Es precario, no hay material. Tuve que vender mi casa, mi auto, mi moto, mi bicicleta… He exigido mis derechos, pero mi vida no les importa”, dijo.

Junto a otros pacientes que enfrentan las mismas circunstancias, han dirigido escritos para exigir el abasto de medicamentos como goserelina, exemestano y anastrozol, entre otros, apelando a que se escuche su llamado, pues esto no sólo implica la interrupción de su tratamiento, sino la reducción en la eficacia del mismo.

A las historias en común se suma la de Miriam, quien en el 2019 fue diagnosticada con cáncer de mama, para lo cual le fue indicado un tratamiento de ocho quimioterapias, de las cuales dos no llegaron.

“Continuamente vivimos un desabasto enorme; acudimos con las autoridades para ver qué hacíamos, pero nunca hubo respuesta. Me decían que no solamente soy yo la que requiere medicamento, que detrás de mí había una fila muy grande”, relató.

Miri, como la llaman sus conocidos, lamentó que “no nos den la importancia que tenemos como pacientes oncológicos”, pues la incertidumbre en la que viven, dijo, no sólo es por la propia enfermedad, sino por saber si tendrán medicamentos y los estudios necesarios para monitorear su estado de salud.

FBPT

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